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domingo,
01 de
abril de
2007 |
Obras hídricas que no son suficientes
Los preocupantes acontecimientos climáticos obligan a repensar la filosofía de las obras hídricas y si sus efectos son realmente suficientes ante el comportamiento de la naturaleza. Pero eso no es lo único. Cientos de personas fueron afectadas por las crecidas de los cursos de agua a partir de habitar en asentamientos irregulares instalados en sitios inundables y que no abarcan los trabajos de infraestructura.
El 30 por ciento de los cerca de 4.000 evacuados que hubo en Rosario fue resultado directo del desborde del canal Ibarlucea. Pero el 70 por ciento restante provino de sitios anegados, la mayoría villas de emergencia sin desagües, "que no tienen nada que ver con el canal", sostuvo el ministro de Asuntos Hídricos de la provincia, Alberto Joaquín.
En estas zonas bajas, el sistema de zanjeo no está pensado ni soporta tanta cantidad de agua.
El secretario de Obras Públicas de la Municipalidad, José Garibay, expresó que en Rosario existe "un sector (barrios Nuevo Alberdi y Cristalería) conocido y previsible que se inundará con un fenómeno incluso de menores características" que las del actual. "Si se hubieran completado las obras de canalización y puentes no habría llegado el agua", analizó.
Luego siguió poniendo más elementos de análisis sobre las causas de las inundaciones: las villas cada vez más densamente pobladas en zonas sin ninguna estructura y que fueron creciendo mientras no se registraban tantas lluvias; las zonas que tienen como único sistema hidráulico el zanjeo a cielo abierto (lleno de desniveles y de muy difícil mantenimiento); y los barrios donde, si bien hay cordón cuneta, no están calculados para la eliminación instantánea del agua y sólo soportan un determinado caudal.
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