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 viernes, 09 de febrero de 2007  
Una chica distinta en el mercado

José L. Cavazza / La Capital

Lo sorprendente de la breve historia de Norah Jones es que triunfó con canciones de resonancias jazzies y versiones de viejos standards de dos discos que apenas salió a promocionar. Es decir, todo lo contrario a lo dictan las leyes del mercado. Y hoy, pese a su estatus comercial, sigue grabando para el sello de culto Blue Note, se niega a hacer vídeos al gusto de la MTV, colabora con artistas de bajo perfil, como el proyecto "The Little Willies"con su novio, y cocina sus discos en familia, junto al núcleo de músicos con los que comenzó en garitos de Greenwich Village, entre los que figura su compañero y bajista Lee Alexander.


Los propios límites
Norah supo moverse en los límites que ella misma establece desde que su segundo disco, "Feels like home", de orientación campestre, ratificara el arrollador impacto que en 2002 supuso su debut "Come away with me".

Fue este un CD que le dio a conocer en el mundo gracias a su sugerente voz y a unas canciones intimistas que, dentro de un formato abiertamente pop, admiten influencias blues, country o del cancionero jazzístico popular y accesible. Un estilo que se ajusta perfectamente al rentable mercado de los no aficionados al jazz pero con un gusto más refinado acerca de la música pop.Y, en este sentido, "Not too late" es una reafirmación de estilo y forma de trabajo: canciones íntimas de tono confesional, mecidas por brisas de jazz, folk, country y pop delicado.


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