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 domingo, 04 de febrero de 2007  
[Cuadro a cuadro]
Homenaje en blanco y negro
"Es un premio a la historieta de antes", dijo el dibujante José Muñoz al recibir una distinción clave a nivel internacional

El dibujante argentino José Muñoz fue galardonado días atrás con la máxima distinción del Festival de Angouleme, considerado el “Cannes de la historieta”, cuyo jurado destacó la singularidad del artista y su compromiso con los “verdaderos problemas” de su tiempo.

Todavía aturdido por la emoción de haberse alzado con el lauro mayor del festival, donde año a año desfilan los mejores historietistas de todo el mundo, Muñoz destacó que el galardón constituye “un premio a la historieta de antes, al blanco y negro”.

Nacido en 1942 en Buenos Aires, José Antonio Muñoz estudió en la Escuela Panamericana, bajo la dirección de prestigiosos maestros como Alberto Breccia y Hugo Pratt.

“Sin sonar pedante, creo que de esta forma Angouleme premia a la verdadera historieta. Fui chico a fines de los años 40 y en esa época todas las historietas eran en blanco y negro. Pero hoy seguir en esa línea es una abstracción de difícil decodificación para los que están acostumbrados a ver todo en colores”, apuntó.

“Recordar todo este recorrido —dijo Muñoz— es una emoción que se prolonga hacia atrás en los años e incluye a todas las personas que me influenciaron y ayudaron. Comparto este premio con la escuela de Buenos Aires. De ahí vengo y es el lugar donde conocí a otros líricos, que hacen historieta contra viento y marea”.

Su carrera profesional comenzó muy temprano así como su encuentro con Héctor Oesterheld, para quien dibujaría varios episodios de la serie “Ernie Pike”, que también fue ilustrada por Pratt.

A principios de los años 60 su nombre comenzó a trascender en revistas como Misterix, pero su creciente militancia política le acarreó dificultades laborales por lo que viajó a Europa, primero a Londres y luego a Barcelona donde conoció al escritor y guionista Carlos Sampayo, otro talentoso argentino exiliado.

Ambos construyeron al detective Alack Sinner y en 1978 la historieta negra de ese detective comprometido políticamente gana el premio al mejor álbum extranjero en Angouleme. Cinco años después, Sampayo y Muñoz vuelven a ganar en ese mismo festival, pero con un álbum editado en Francia.

Carlos Albertoni, autor de “Santas historietas”, una enciclopedia del cómic, sintetiza el carácter de la apreciada tira. “Encuadrada dentro del género negro, cultivado entre otros por las novelas de Dashiell Hammet, la historia de Alack Sinner —detalla Albertoni— nos habla de un detective privado de pasado policíaco y manifiesto desprecio por todo aquello que se relacione con el poder y su necesaria corrupción”.


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