Viajeros del tiempo

Guillermo Zinni / La Capital

Borrachos en un velorio. Entre los concurrentes al velorio que se llevó a cabo ayer en casa de Romualda Alarcón, Colón esquina Pasco, se hallaban los sujetos Mercedes Rojas y Félix Roldán en manifiesto estado de ebriedad. A eso de las dos de la mañana, los nombrados comenzaron a sentir fuertes dolores abdominales y dieron cuenta del hecho a la dueña de casa. Al preguntarles de qué podía provenir el malestar, le contestaron que habían bebido del contenido de una botella que se hallaba en un rincón. La Alarcón tomó la botella y lanzó un grito de espanto: Rojas y Roldán habían bebido bicloruro de mercurio creyendo que era caña. Al llegar la policía y los de la Asistencia Pública encontraron a los intoxicados revolcándose en el piso presas de agudísimos dolores. Inmediatamente se les aplicó un antitóxico y se los trasladó al hospital de Caridad en grave estado. Parece que el bicloruro provenía de la misma Asistencia Pública, en donde se lo habían dado a la Alarcón para que desinfectara la casa.

Asilo de retardados "open door". El ilustrado doctor (Domingo) Cabred, director del Asilo de las Mercedes, con motivo de colocarse hace poco en Oliva la piedra fundamental de la Colonia de Retardados, dijo en su discurso: "Este asilo viene a llenar una necesidad sentida, pues el país carece de establecimientos para anormales. Prescindiendo de los retardados profundos, sabido es que aún los menos degenerados no sólo no pueden recibir en las escuelas comunes la instrucción necesaria, sino que constituyen un elemento de desorden y de peligro para la población escolar normal pues no se adaptan a la vida social. Estos débiles mentales y anómalos morales caen con frecuencia en el vicio, la delincuencia o la locura, por lo que educarlos para hacerlos útiles a la sociedad es una obra de amor pero al mismo tiempo de defensa social. En este establecimiento, no habrá muros de circunvalación que limiten el horizonte, y el sistema de puertas abiertas -"open door"- regirá ampliamente para estos anormales".

Nota: El médico alienista Domingo Cabred (1859-1929) fue el primero que propuso en el país que los "alienados delincuentes" fueran tratados en hospicios y no en secciones especiales dentro de las cárceles.