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domingo,
04 de
febrero de
2007 |
El Indec y los riesgos
de no reflejar la realidad
La remoción de la directora de Indices de Precios de Consumo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), Graciela Bevaqua, generó una ola de críticas que puso en duda la intención del gobierno de garantizar la imparcialidad del organismo a la hora de informar sobre el costo de vida.
Desde hace un tiempo se escuchan rumores sobre la intención del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, de inmiscuirse en las mediciones del índice de precios para que los números cierren según los objetivos del gobierno, aunque fue finalmente la ministra de Economía, Felisa Miceli, la que apareció involucrada en la salida de Bevaqua y su reemplazo por una funcionaria afín a la jefa de Hacienda.
Los propios trabajadores del Indec criticaron la decisión y denunciaron la "intervención" del índice. Además, denunciaron que Beatriz Paglieri, la funcionaria designada por la ministra para conducir la dirección de Indices de Precios de Consumo, se presentó "autodenominándose delegada de la ministra de Economía".
En ese sentido, trabajadores del Indec, que fue fundado en la década del 60, advirtieron que si bien se sufrieron presiones durante las dictaduras militares "nunca llegaron tan lejos como con este gobierno".
Luego de las críticas también llegaron las réplicas y Miceli con un tono duro rechazó las críticas a los cambios producidos. "Cuando anunciamos que la inflación del 2006 era del 9,8%, desde la oposición dijeron que el Indec no era confiable. Ahora que cambiamos, dicen que tampoco serán confiables las cifras", señaló la ministra.
Lo cierto es que los estadísticos aseguran que la información sirve para modificar la realidad y si se manipulan los números en favor o en detrimento de alguna cirscunstancia la única perjudicada será la sociedad.
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