Peones de taxi contra el aumento

No sólo de los pasajeros llegan las quejas ante la posibilidad de que aumente la tarifa de los taxis. Son los propios choferes quienes ahora también han puesto el grito en el cielo. Si bien los motivan otros intereses, el tema continúa generando polémica.

El Sindicato de Peones de Taxis no apoyará ningún aumento de tarifa si no se consideran las condiciones laborales y salariales de los choferes. Así lo explicó a Horacio Boix, secretario general de la entidad, quien agregó que estarán dispuestos a protestar para evitar que los concejales traten el tema del aumento e incluso "podría llegarse a las medidas de fuerza".

Boix sostuvo que el convenio colectivo de trabajo que debería ser firmado por los trabajadores y los titulares de licencias fue aceptado por la Asociación de Titulares de Taxis Independientes (Atti) pero impugnado por la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis de Rosario (Catiltar). Ante esta situación, varios choferes quedarían imposibilitados de cobrar un aumento y de mejorar sus condiciones de trabajo con todas las de la ley. Según el responsable del sindicato de peones, "a los empleados no se les liquidan los días de vacaciones, ni los de enfermedad, ni los de accidentes de trabajo. Además, muchos están mal inscriptos laboralmente porque están blanqueados por media jornada o por cuatro horas", sostuvo Horacio Boix.


Al salario
A la par de los reclamos por las condiciones laborales el gremialista destacó que el precio de la tarifa debería trasladarse al salario del trabajador y en el caso de un nuevo aumento debería verse el correlato en el sueldo del taxista Según el convenio no acordado con Catiltar el salario básico por 12 horas de trabajo debe ser de 1.400 fichas actualmente en 1,80 pesos

Si la ficha sube a 2,20 pesos "el salario debería aumentar el mismo porcentaje", dijo Boix. En caso contrario "los choferes no están dispuestos a apoyar ningún aumento", agregó antes de remarcar que se trabajará para que el incremento no se efectivice.

Desde la entidad gremial calculan que en Rosario hay unos 4.200 choferes, de los cuales más de mil trabajan directamente en negro, mientras que en el resto hay muchos que en realidad están semirregularizados, por cuanto los patrones buscan artimañas para la evasión.