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domingo,
04 de
febrero de
2007 |
El boxeo
y sus daños
Los daños del boxeo son tantos e irreversibles que acompañan al púgil hasta el final de su vida. Fui médico del Departamento Técnico Deportivo Municipal de Rosario e intervine en el accidente en el ring en el Estadio Norte al púgil Andrés Saliadarré, que por un cabezazo de Aquiles Gregorutti sufrió una intensa hemorragia cerebral. También se produjo la muerte en el ring del púgil Paladino recordando a Pavorante y otros. Estando en Nueva York, me puse en contacto con la Comisión de Box de esa ciudad y traje la información de que se producían en el mundo 258 muertes en el ring por año. Esto sobre todo en países orientales donde no se controla el contenido de los guantes. El mayor accidente es la ruptura de la arteria menigea media por caída o cabezazo. También los repetidos micro hematomas que se hacen fibrosos y dan trastornos de la palabra o de la deambulación según su localización. Hago esta reflexión porque estoy enterado del proyecto de abrir en Rosario una escuela de boxeo para niños y adolescentes para alejarlos de los peligros de la calle. Pienso que sería más efectivo orientarlos hacia estudios musicales proveyéndoles de instrumentos. La actividad pugilística goza del favor de grandes masas que buscan salida a la propia violencia sublimada por la mediación de los pugilistas.
Nicolás Costantino, DNI 3.744.813
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