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lunes,
22 de
enero de
2007 |
Una familia quedó a merced de dos encapuchados
Una combinación de angustia y temor invadía ayer a los dueños de una vivienda del barrio de Echesortu que doce horas antes habían vivido una pesadilla: dos hombres armados y encapuchados irrumpieron en la casa y, durante una hora interminable, la recorrieron en búsqueda de elementos de valor. Finalmente, se llevaron, según una fuente policial, unos 800 pesos y electrodomésticos.
El atraco no había sido denunciado hasta anoche por los damnificados en la comisaría 6ª -tiene jurisdicción en la zona-, pero sí quedó registrado en un acta de procedimiento de la Patrulla Urbana, que acudió a la vivienda asaltada. La policía investiga de oficio el caso.
La Capital reconstruyó el episodio en base al relato de un vocero policial, debido a que los dueños de casa no contaron lo sucedido por el estado de shock que sobrellevaban. Según esa versión, cerca de las 2.30 de ayer, una pareja y sus dos hijos llegaron en un auto a su casa de Alsina al 1500. Veinte minutos después, se desencadenó el atraco cuando los intrusos alcanzaron un patio trasero luego de trepar por el techo.
Un nombre
En ese momento la esposa del dueño de casa estaba en la planta alta del inmueble cuando escuchó que alguien la llamaba por su nombre La mujer bajó y se topó con dos desconocidos Uno de ellos esgrimió un revólver Los intrusos estaban encapuchados y se colocaron guantes para no dejar huellas
Ya dueños del terreno, los ladrones encerraron a los integrantes de la familia en una habitación, pero en ningún momento, según la fuente, los maltrataron. Con la situación controlada, comenzaron a recorrer la casa. Así recogieron un microondas, un grabador, una cámara de fotos y ropa. También se apoderaron de unos 800 pesos.
El portavoz consultado indicó que los asaltantes tuvieron un gesto benevolente: no se llevaron el anillo de casamiento de la pareja y un documento de identidad. "Los ladrones se burlaron de las víctimas. Se medían zapatillas de marca y se las tiraban en la cara porque no les calzaban bien", contó la fuente consultada.
Cuando ya había transcurrido una hora de permanencia en la casa, los maleantes se marcharon por la puerta de ingreso. Entonces, el dueño de casa llamó a la policía. Hasta anoche, la policía carecía de pistas de los autores del ilícito.
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