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 lunes, 22 de enero de 2007  
Lula anunció el plan: requiere inversiones por u$s 236.000 millones

Brasilia.- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, anunció un plan que pretende acelerar el crecimiento de la economía del país, mediante la inyección de dinero en largamente demorados proyectos de infraestructura, como carreteras y plantas de energía.

Bajo el programa de inversiones de 503.900 millones de reales (236.000 millones de dólares) en cuatro años, que podría bajar una clave meta fiscal observada por los inversores, el gobierno central aportaría 67.800 millones de reales (casi 32 mil dólares).

El resto, 436.100 millones de reales, provendría de empresas estatales y del sector privado, al que el gobierno espera atraer con beneficios impositivos, que serían de 6.600 millones de reales este año y 11.500 millones en el 2008.

Lula, quien asumió este mes un segundo mandatato de cuatro años, necesitará apoyo político de un fracturado Congreso para muchas medidas del plan que requieren aprobación legislativa.

“El desafío ahora es acelerar el crecimiento de la economía”, dijo Lula, luego de afirmar que en su primer gobierno se consiguió “un modelo de desarrollo afirmado en la estabilidad, en el crecimiento del empleo y del salario, en la reducción de la pobreza y la mejoría de la distribución de la renta”.

El Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil se expandió un magro 2,3 por ciento en el 2005 y el mercado prevé que el crecimiento del año pasado se haya situado en un 2,73 por ciento, según un sondeo semanal del Banco Central entre instituciones financieras.

Algunos economistas han dicho que el plan podría ser insuficiente para impulsar el crecimiento del PIB a un 5 por ciento anual, como quiere el gobierno.

“No se puede ni decir que fueron (medidas) ambiciosas, son necesarias, pero me pregunto de donde van a salir esos recursos”, dijo Jason Vieira, economista jefe de la correduría Máxima DTVM.

El plan apuesta a que el sector privado, que frecuentemente se queja por el clima de negocios desfavorable, participará invirtiendo 270.000 millones de reales para que tenga éxito.

Los mayores gastos en algunos proyectos podrían reducir en la práctica el superávit presupuestal primario en un 0,5 por ciento del Producto Interno Bruto a un 3,75 por ciento, desde la meta oficial del 4,25 por ciento, dijo el informe.

El plan establece que la deuda neta del sector público caerá a un 39,7 por ciento del PIB en el 2010, desde un 48,3 por ciento en el 2007, gracias a un crecimiento económico más rápido y menores tasas de interés.

El plan también estima que el déficit presupuestal nominal se contraerá a un 0,2 por ciento del PIB en el 2010, desde un 1,9 por ciento del PIB en el 2007.

Dirigentes empresariales dijeron que el plan era un paso en la dirección correcta en las áreas de energía, transporte, salud y vivienda, pero que el gobierno podría recortar su presupuesto en otras áreas para ayudar a acelerar el crecimiento.

“Los costos del gobierno deben caer”, dijo Jorge Gerdau Johannpeter, presidente de la siderúrgica Gerdau, en una entrevista televisiva.

El ministro de Hacienda, Guido Mantega, dijo que el plan restringiría los aumentos salariales para los empleados públicos a un 1,5 por ciento anual. (Reuters)


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