Año CXXXVII Nº 49361
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores
Mundo digital



suplementos
Ovación
Turismo
Mujer
Economía
Escenario
Señales


suplementos
ediciones anteriores
Educación 30/12
La Escuela en Foco 30/12
Autos 28/12
Salud 27/12
Página Solidaria 27/12
Estilo 16/12

contacto

servicios
Institucional


 domingo, 21 de enero de 2007  
La enseñanza importa más que el castigo

Una sociedad democrática se construye, inevitablemente, sobre la convivencia respetuosa. El ataque perpetrado contra un bar de Dorrego al 1700, que tuvo nítidos rasgos antisemitas, no puede ser admitido sin pecar contra la esencia misma del sistema: el pluralismo y la tolerancia. Más allá de los resultados finales de la investigación que se lleva adelante para detectar a los autores del atentado, debe rescatarse como valioso el criterio de uno de los jueces del caso que manifestó públicamente su convicción de que la educación merece ser el principal objetivo. En síntesis, que de nada sirve descubrir y sancionar a los culpables si no se imparten —y aprenden— las lecciones morales que subyacen en el asunto.

Duele que, según se supone, hayan sido jóvenes quienes cometieron tan penosos actos. Y preocupa aún más que, también según se cree, gocen de buena posición económica y estén, incluso, cursando estudios universitarios. El fracaso formativo, en tal caso, no sólo abarcaría la esfera familiar sino también la social e institucional. También se posee la certeza de que los agresores han nacido después del 30 de octubre de 1983, es decir, que no han vivido bajo regímenes autoritarios ni de facto. La democracia, entonces, no habría sido más que una mera cáscara: en el carozo se ocultaban el odio y la violencia.

Ojalá el caso se esclarezca con la celeridad necesaria. Pero, sobre todo, que quienes cometieron tan crueles actos sean capaces de recapacitar y cambiar. Ese sería el final más valioso.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados