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miércoles,
15 de
noviembre de
2006 |
Compré un auto
con “sorpresas”
Hace un año compré en una concesionaria Volkswagen de Rosario una Country Track and Field con el convencimiento que adquiría lo más alto de la gama Gol en seguridad y equipamiento, y que la diferencia de precio lo valía. Hace unos días alguien forzó la cerradura y me robó el stereo. Así de simple le resultó. ¿Por qué? Porque la alarma VW de fábrica se inactiva, no suena, cuando se abre la puerta del conductor, y se abre con cualquier cosa, no sólo con la llave original. Los ladrones lo saben. Y VW también lo sabe. Yo no lo sabía. Ahora quiero reponer el stereo y ninguno, salvo el original, funciona con los comandos satelitales, por lo tanto debo resignar esa función que me da seguridad al manejar o pagar el doble que cualquier otra marca y exponerme a un nuevo robo ya que el VW no trae frente desmontable. Los ladrones lo saben. Y VW también. Yo no lo sabía. Haciendo cuentas simples, me hubiera convenido comprar el modelo menos caro y equiparlo yo con una alarma eficiente y un stereo seguro. Claro, yo como muchos otros, confié en VW y en que me vendían lo que pagué por ello. ¿Qué obtuve a cambio? Lo que dije al principio de esta carta: un robo.
Marcelo Rosenzvit, DNI 16.076.428
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