|
miércoles,
15 de
noviembre de
2006 |
El imperialismo
cultural
Hace pocos días una preocupada lectora se refirió en esta sección al tema de la celebración de Halloween, que desde hace algunos años se ha hecho habitual en nuestro país. Hace mucho tiempo que venimos asistiendo a intentos de vaciamiento cultural no sólo en nuestro país, sino en el mundo entero. El hegemonismo económico, social y cultural de sociedades o países del llamado Primer Mundo (léase imperialismo, sin temor) utiliza también las sofisticadas y sutiles armas de la transculturación, que es el proceso por el cual el contacto continuo o intermitente de dos culturas afecta los patrones culturales de una de las intervinientes. Implica o supone la pérdida o desarraigo de una cultura precedente o la provisión de una identidad prestada. La cultura en el mundo capitalista es también un recurso ya elegido como blanco de explotación por las trasnacionales (el cine, la música, la industria editorial, el turismo). La globalización reserva para las empresas la mayor parte del lucro. La cultura deja de tener su inmanente valor trascendente y no refleja genuinamente la creatividad popular. Estas aparentemente “inocentes” celebraciones, sumadas a muchas otras costumbres importadas, hacen las veces de ariete cultural que abre las puertas a penetraciones políticas y económicas mucho más trascendentes. Se valen para ello de una intelectualidad vernácula formada en las universidades imperiales y que retornan al país para gerenciar el despojo.
Jorge L. Medín, DNI 5.985.636
enviar nota por e-mail
|
|
|