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sábado,
11 de
noviembre de
2006 |
La Iglesia brasileña apoya la desconexión en pacientes terminales
Brasilia.- La Iglesia católica de Brasil apoya la resolución adoptada por el Consejo Federal de Medicina (CFM) que permite a los médicos desconectar los aparatos que mantienen vivos de forma artificial a pacientes sin posibilidad de cura y en estado terminal.
“Tenemos una clara posición contraria a la eutanasia, y no a la ortotanasia”, afirmó el secretario general de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), Odilo Pedro Scherer, citado hoy por el diario O Estado de Sao Paulo.
La diferencia entre la ortotanasia y la eutanasia es que, mientras la primera defiende la interrupción de los mecanismos artificiales que mantienen vivo al paciente para que éste muera de forma natural, la segunda anticipa la muerte del mismo interrumpiéndole la vida y es considerada homicidio según las leyes brasileñas.
La ortotanasia sólo podrá ser realizada si existe acuerdo entre el paciente o sus familiares y los médicos.
Para defender la posición de la Iglesia, Scherer citó algunos documentos del Vaticano, como la encíclica “Evangelium Vitae”, que dice que “cuando la muerte se anuncia inminente e inevitable, se puede, en conciencia, renunciar a tratamientos que sólo prolongarían la vida en forma precaria y penosa”.
Por su parte, el consultor de la CNBB en bioética, padre Antonio Moser, recordó que el papa Juan Pablo II, fallecido el año pasado, pidió que no se usaran aparatos para prolongar su vida.
“Esa posición de la Iglesia no significa abandonar al enfermo. Es necesario cuidar de su higiene y su alimentación”, señaló Moser.
Para el presidente de la Asociación de Medicina Intensiva Brasileña (AMIB), José María da Costa, la decisión “era esperada desde hacía mucho tiempo” por los médicos. (DPA)
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