Por las entradas. La compañía consideraba inconstitucional el pago del derecho de espectáculo, que equivale al 5% de lso tickets

La Municipalidad le ganó un juicio a los cines Village

La Intendencia se quedará, en principio, con una suma cercana al millón de pesos que la firma quería para sí

La Justicia le dio la razón a la Municipalidad en un juicio que le inició la empresa Village Cines (Eva Perón 5856) que se negaba a abonar el derecho de acceso a diversiones y espectáculos públicos (conocido como derecho de espectáculo). De este modo, la Intendencia se quedará con una suma cercana al millón de pesos más intereses y multas. La firma de capitales australianos planteaba la inconstitucionalidad del cobro de esa tasa, algo que fue rechazado por la Cámara Contencioso Administrativa Nº2.

Este gravamen equivale al pago de un cinco por ciento sobre el precio de la entrada al cine, que los responsables del emprendimiento comercial jamás quisieron abonar desde que abrió a mediados de 1998. Por eso, el municipio realizaba las correspondientes "determinaciones de oficio", es decir, que calculaba la deuda por determinados períodos (en general un año) e intimaba al pago.

No obstante, la compañía cinematográfica interponía permanentemente recursos administrativos para lograr su cometido. Estas acciones de reconsideración y apelación se fueron agotando (fueron rechazadas por la Municipalidad), por lo que Village debió recurrir al Tribunal para seguir la discusión.

Ante esta instancia, la empresa tuvo que cumplir con la norma llamada solve et repete, es decir, que debió depositar el capital que se determinaba en cada expediente anual a través del que la Municipalidad efectivizaba su reclamo. "Esto significa que cuando hay un juicio contra el Estado, primero se debe abonar la deuda para seguir litigando", dijo el director de Asuntos Jurídicos del municipio, Aldo Gómez.

El fallo de la Cámara conocido ayer corresponde a los tres primeros expedientes de solicitud de cobro que elaboró la Municipalidad y que alcanzan el millón de pesos aproximadamente, aunque deben sumarse las multas y los intereses (quizás por un importe similar) que, obviamente, no fueron depositados por la firma y que refieren a la demanda iniciada hace cuatro años.

De este modo, el fallo responde a los primeros tres expedientes pero quedan otros en trámite. Aunque, sienta un precedente para los demás.

En rigor, se rechazó la posición del querellante ya que la sentencia "reivindica el poder tributario local", dijo Gómez. En otras palabras, respalda la decisión municipal de fijar derechos como el de espectáculo.

La reglamentación municipal en vigencia establece que, para realizar espectáculos públicos, sus organizadores deben presentar ante la Intendencia los talonarios de entradas para que sean perforados con las iniciales MCR (correspondiente a la Municipalidad).

Este trámite asume el carácter de declaración jurada y en ese momento se debe pagar el cinco por ciento sobre el precio de cada boleto marcado.

Esta tasa se abona respecto de todos los espectáculos públicos y llega al diez por ciento en el caso de los acontecimientos deportivos.

Desde que Village comenzó a funcionar, los apoderados de la compañía impugnaron la ordenanza que fija la tasa ante la Dirección de Gravámenes y luego incluso ante el ex intendente Hermes Binner, aunque ambos reclamos fueron denegados oportunamente.

El argumento del Village fue siempre que el pago de esa tasa no significa ninguna contraprestación por parte de la Intendencia, sin embargo, desde el Palacio de los Leones la respuesta suele ser que "no la paga la empresa, sale del bolsillo del espectador". En este sentido, Gómez recordó que la contraprestación oficial equivale al "servicio de inspección permanente".

Cabe destacar que "todos los cines y las entidades que hacen espectáculos públicos abonan este derecho", siguió el abogado.

La sentencia determinó en definitiva que, si la Municipalidad perdía el juicio, tenía que regresar el dinero. Ahora, al ganar, se quedará con el monto del tributo.

Otro de los letrados de la Intendencia que se encargó de la cuestión, Alejandro Schvarztman, puso de manifiesto que la tasa de espectáculo "debió haberse pagado siempre con el derecho de registro e inspección (Drei)". Algo que Village no cumplió.

La compañía tiene desencuentros con el municipio desde el año 98.