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 miércoles, 16 de agosto de 2006  
"La enfermedad habla de situaciones de las que hay que hacerse cargo"

La visión respecto del significado de la enfermedad marca la diferencia entre la orgonomía reichiana y la medicina occidental. No sólo la toma como algo que lastima, duele, limita y condiciona, sino que la contempla como un aviso de atención. "La enfermedad habla de situaciones de las que hay que hacerse cargo. A veces los síntomas que ocurren son tránsitos a resoluciones más importantes en la evolución, o una muy buena oportunidad para reflexionar sobre la existencia, o para simplemente parar y entender las etapas de la vida", explica Roberto Luna, médico cordobés cultor de la orgonomía.

El pensamiento reichiano (nombre que deriva de Reich, apellido de su creador) y la orgonomía, se presentan como una disciplina que se contrapone a la visión hegemónica de la medicina occidental y propone el postulado de causa-efecto, con el cual explica la fisiología (el funcionamiento del organismo) o la fisiopatología (la forma o causa que produce la enfermedad).

"El pensamiento funcional reichiano es aquel que además de este modo clásico suma otros, como las percepciones, las emociones, es más subjetivo, menos concreto, pero por eso no de menor valor, ya que es lo que se se siente y cómo se siente", refiere Luna.

Además esta corriente que, como otras medicinas complementarias vinculan el campo emocional con las enfermedades en el cuerpo físico, suma otros elementos: el hombre con su biología, sus emociones, sus sensaciones, su ambiente laboral, social, familiar, vincular, también su historia, su potencialidad a futuro y su evolución. "Describe lo que le pasa al hombre en una realidad más abarcativa", señala Luna.

La orgonomía toma como punto de referencia al orgón o energía vital, todo aquello que sustenta a un organismo vivo. "Todo lo que nos rodea está animado por esa energía vital", refiere Luna. Esta energía es llamada de diferentes maneras, según distintas disciplinas, religiones o filosofías (prana, chi, o ki, son las acepciones más conocidas en este lado del globo).

Entre 1925 y 1957, Reich descubrió que la energía orgónica se expresa en la sexualidad, en los sentimientos, y en todo lo que está vivo por medio de impulsos. Esta energía tiene un modo adecuado o equilibrado de sustentar el funcionamiento del organismo en el plano corporal, psicológico-emocional y existencial-espiritual.

A veces ocurren desequilibrios "entre nosotros y nuestro entorno, o entre nuestra historia y nuestro presente, hay un intercambio muy fuerte y a veces este balance no es equilibrado sino todo lo contrario y provoca alteraciones que sustentan síntomas o enfermedades", dice el especialista.

La diferencia entre la medicina orgonómica y la alopática se funda en el modo de pensar el problema. "A veces no hay que intervenir, sino solamente entender mejor o de manera más amplia lo que está sucediendo o para qué está sucediendo", indica Luna. En otras, la diferencia radica en ver que hay desequilibrios energéticos y que, estos además de lo orgánico o biológico, se vinculan con emociones, sensaciones que necesitan ser atendidas, canalizadas y a veces descargadas para aliviar o equilibrar al organismo y así, restablecer la salud.

El paciente que trae un síntoma es evaluado clínicamente en primera instancia, como para obtener el parámetro clásico. "Luego se lo lee con el pensamiento funcional, y de esa manera se lo incluye en un contexto más amplio", sintetiza Luna.

En este segundo contexto, llamado diagnóstico bioenergético, se evalúa y se le explica al paciente, otro modo adicional de ver lo que está ocurriendo, como para entender o descubrir el sentido profundo del síntoma. Desde esa última lectura se van insinuando las correcciones energéticas mediante ejercicios bioenergéticos (respiratorios, de sensopercepción, de descarga emocional y conciencia corporal), la aplicación de técnicas naturales y de alimentación adecuada. "Es importante recalcar, que desde el propio paciente hay un seguimiento, con plena conciencia y adecuada a su voluntad, sobre el síntoma o enfermedad actual, procurando aprender de su propia enfermedad para no repetir", abunda el profesional.

C.E.
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El médico Roberto Luna, dedicado al estudio de la orgonomía.

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