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 miércoles, 16 de agosto de 2006  
Casi el 50 por ciento de los mareos se pueden curar sin medicación

Esa incómoda sensación de "la cabeza me da vueltas" o "todo me gira", por la que el 40 por ciento de las personas consulta o consultará al médico al menos una vez a lo largo de su vida puede desaparecer en casi la mitad de los casos con un sencillo tratamiento. Sin embargo, muchos se habitúan a vivir con los mareos, que afectan su calidad de vida y limitan los movimientos.

"Hay personas que conviven con esta sensación. Aprenden a no hacer aquello que la origina, pero si se olvidan y sobreviene el mareo (por ejemplo, al subirse a una escalera para cambiar una bombilla de luz), se desestabilizan con riesgo de caerse", explicó el doctor Guillermo Videla, a cargo del Centro para el Tratamiento de Trastornos del Equilibrio, de Buenos Aires.

Un informe de los Institutos Nacionales de Salud de los EE.UU. señala que aproximadamente 90 millones de estadounidenses mayores de 17 años han tenido alguna vez un trastorno del equilibro o vértigo. "Es un sufrimiento innecesario: la mitad de los mareos se debe a un problema en el oído interno, llamado vértigo posicional paroxístico benigno (Vppb), que en el 90 por ciento de los casos se resuelve con maniobras de reposicionamiento. No requiere medicación y se cura en una o dos consultas", afirma el especialista.

A menudo, quienes lo padecen no encuentran una respuesta adecuada porque no saben dónde acudir. "Para llegar al diagnóstico se suelen recorrer varios consultorios. Uno de los más visitados es el de traumatología, por el mito de que las cervicales ocasionan mareos. Ese es un gran error, a lo sumo duelen por la posición adoptada para evitar el vértigo, pero no lo provocan", enfatiza el médico.

"También se visita al clínico, al oftalmólogo, al neurólogo, al gastroenterólogo, e incluso al psiquiatra. Nuestra especialidad, la neurootología, es muy reciente", agrega.

Para evitar el peregrinaje y la falta de coordinación entre especialidades, surgieron los centros para trastornos del equilibrio. "Conocidos como balance centers en los EE.UU., poseen equipamiento específico y personal entrenado para detectar y tratar los mareos en forma interdisciplinaria, algo difícil de lograr en un hospital o sanatorio", informó el especialista.

Vértigo posicional

"En más de la mitad de los casos se trata de Vppb, que podemos curar gracias a determinadas maniobras que efectúa el neurólogo experimentado en este tipo de patología", declara el médico.

El vértigo posicional paroxístico benigno genera mareos, inestabilidad, cabeza vacía, la sensación de estar ebrio y caminar sobre algodones. Se desencadena ante determinados movimientos: levantarse o girar sobre la cama, extender el cuello o inclinarse para mirar hacia arriba o atrás (por ejemplo, al tender la ropa o lavarse el cabello en la peluquería). Suele presentarse durante algunas semanas, desaparecer y luego retornar.

Su origen se encuentra en el sistema vestibular, alojado en el oído interno. Allí, un delicado laberinto contiene cristales u otoconias que se mueven con los cambios de posición, indicándole al cerebro la ubicación del cuerpo para mantener el equilibrio. En ocasiones (incluidas traumatismos, migrañas y otras), esos cristales se desprenden y flotan libremente dentro de los canales del oído interno, enviando mensajes confusos que se traducen como vértigo. Las maniobras de reposicionamiento consisten en movimientos que desplazan las otoconias al lugar correcto del oído interno, tras lo cual el paciente vuelve a la normalidad.

No existen factores de riesgo importantes, aunque hay indicios de que traumatismos, lesiones en la cabeza, infecciones en el laberinto del oído o migrañas podrían favorecer el desprendimiento de los cristales.
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