"La hipnoterapia permite elaborar recuerdos traumáticos"

Una médica rosarina radicada en Israel recurre a la hipnosis para tratar a víctimas de episodios violentos

Clarisa Ercolano / La Capital

"Una franja de tierra desértica, reducida en kilómetros y que sin embargo, es capaz de desatar los más terribles odios y los más grandes amores". En pocas líneas, pero con precisión extrema, Miguel Angel Bapstenier, periodista español, define magistralmente el conflicto entre israelíes y palestinos. Entre tanta violencia muchos se las ingenian para agudizar su instinto de supervivencia y la medicina se reinventa diariamente para ofrecer soluciones. Ayala Cozacov de Schujovitzky es una psiquiatra rosarina que hoy se desarrolla profesionalmente en Israel. En plena zona de conflicto, recurre a la hipnoterapia para tratar a las víctimas de eventos traumáticos que golpean intensamente la seguridad y la confianza del individuo. La psiquiatra estuvo recientemente en Rosario invitada por la Asociación de Psiquiatría donde ofreció una charla sobre la técnica.

En diálogo con La Capital, Cozacov aclara que la persona que está bajo hipnosis acepta como reales las sugestiones que le sugiere el hipnotizador, "sin embargo no hay ningún tipo de pérdida involuntaria de control, el sujeto es dueño de sí mismo y no hace sino aquello que acepta hacer".

Al comienzo del tratamiento, el terapeuta debe decidir si la afección está entre las indicaciones de la hipnoterapia, revisar si hay contraindicaciones para su uso y luego explicar al paciente las características de la terapia.

La hipnosis clínica se utiliza para curar o mejorar enfermedades y condiciones físicas o mentales. Así por ejemplo, es muy conocida su utilización para la extracción de piezas dentales sin dolor. También, para tratar fobias, miedos, traumas, depresión, angustia, nerviosismo, estrés, enuresis nocturna y timidez. "Con hipnosis son tratables cualquiera de las enfermedades llamadas psicógenas o psicosomáticas; en el campo de las adicciones, es de éxito notorio para dejar el tabaco, tratar la ludopatía o el alcoholismo", enumera Cozacov.

En Israel, la ley permite sólo el uso de la hipnosis médica y la prohíbe como entretenimiento. El hipnotizador debe tener matrícula del Ministerio de Salud.


Aportes de la hipnoterapia
La hipnoterapia fue empleada desde la Primera Guerra Mundial. Puede utilizarse junto a distintas orientaciones de la psicoterapia como la psicodinámica o la cognitiva, aumentando su eficacia y aportándole un aspecto vivencial. "No es sólo recordar, sino revivir en forma interna los recuerdos traumáticos y elaborarlos, integrarlos y recuperar la sensación de control, porque después de pasar una situación traumática se genera una sensación de pérdida de control de la vida que se proyecta en distintos niveles", explica Cozacov.

La familia es también centro de atención ya que por su inestabilidad, estos pacientes tienen problemas en sus funciones como padres o esposos, debido a su dificultad para manejar la agresividad.

La psiquiatra asegura que la hipnosis es una técnica "potente" en el tratamiento de las condiciones post traumáticas, porque estos pacientes son altamente hipnotizables. Durante el tratamiento se persiguen objetivos tales como la relajación, el aumento de la autoestima, la elaboración de las memorias traumáticas, la nivelación de las respuestas emocionales y el enfrentarse a situaciones que despiertan angustia, como también la elaboración de situaciones conflictivas previas al evento traumático.

"El tratamiento de los trastornos post traumáticos comenzó con la Guerra del Golfo", recuerda. La contienda bélica, por sus características (uso de máscaras antigases, amenazas de ataques químicos y biológicos, reclusión en cuartos de seguridad y el desalojo de población de sus hogares) provocó reacciones de ansiedad, empeoramiento y descompensación en grupos afectados a traumas previos, como sobrevivientes del Holocausto y ex combatientes.

En los últimos años, más de 150 millones de personas en todo el mundo han sido afectadas directamente por desastres naturales o acontecimientos bélicos. Los efectos de un desastre son evidentes y los supervivientes arrastran las consecuencias durante toda su vida, manifestando miedo, ansiedad, estrés, ira, rabia, resentimiento o bloqueo emocional, que en algunos casos alcanzan la condición de crónicas.

"A pesar de la heterogeneidad de los sucesos traumáticos, los individuos que directa o indirectamente han experimentado este tipo de situaciones muestran un perfil psicopatológico común etiquetado actualmente bajo el rótulo de trastorno por estrés postraumático, que en ocasiones se presentan con otros trastornos asociados, como depresión, trastorno de ansiedad generalizada, ataques de pánico, conductas fóbicas o abuso de sustancias", explica Cozacov.


Vivir bajo las bombas
Mientras esta nota se realizaba vía correo electrónico, Cozacov explicó que "vivir en un país azotado por tanta violencia genera angustia, inseguridad y temor por los seres queridos. Cuando ocurre un atentado la gente necesita llamar a sus familiares para tranquilizarse", refiere.

"Como médica psiquiatra trato a las víctimas de atentados. Sus vidas cambian totalmente, tienen un alto grado de sufrimiento y de disfuncionalidad. Con cada nuevo episodio sufren una reactivación de su sufrimiento y reviven sus memorias traumáticas, lo que no les permite desarrollar confianza en el mundo", relata la médica. "Tengo la profunda esperanza que la racionalidad y el sentido común alumbren a los líderes de ambos pueblos y encuentren el camino del entendimiento", expresa dolida por la situación.

En Tel Aviv funciona un centro de trauma para ex combatientes y víctimas civiles del terrorismo. El lugar brinda atención psiquiátrica en consultorios externos, sala de hospital de día, psicogeriatría, jardín de infantes para niños autistas y otros servicios, además de una sala de emergencias y un programa de resiliencia hospitalaria que entrena al personal para recibir a las víctimas.

Mediante el programa "¿Quién salva al salvador?", se efectúa una intervención psicoprofiláctica para los trabajadores sociales que intervienen después de cada atentado, o con los integrantes del servicio patológico que deben enfrentar a las familias que reconocen a sus víctimas.


Transmisión del trauma
Uno de los temas que están siendo estudiados es la transmisión transgeneracional del trauma. "En nuestra labor tenemos ocasión de estudiar este efecto en la segunda y tercera generación de las víctimas del Holocausto, el tratamiento en particular de los hijos de los excombatientes que crecieron bajo la influencia de los padres con un alto nivel de agresividad y ansiedades", detalla Cozacov.

Otro tema de estudio es el conocido como traumatización secundaria, que trata sobre el impacto emocional sufrido por quienes viven cerca de pacientes post traumatizados, como los familiares directos.

Ayala Cozacov vive en Kfar Zaba, a 20 kilómetros de Tel Aviv.