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 miércoles, 16 de agosto de 2006  
"Guglielminetti preparaba en persona la picana", dijo un testigo

Neuquén.- El ex miembro de la Side, Raúl Guglielminetti, detenido el 10 de agosto último, torturó y dirigió los interrogatorios de detenidos desaparecidos de la zona neuquina durante la última dictadura militar, según el testimonio del docente Orlando Nano Balbo, víctima directa de las atrocidades cometidas por este represor.

En diálogo con Télam, Balbo recreó las terribles sesiones de tortura dirigidas por Guglielminetti, en la sede local de la Policía Federal Argentina, y que dejaron en él, como secuela de los tormentos que padeció, una sordera prácticamente total.

“Sufrí en carne propia que me torturara. Quien lo haya conocido en Neuquén sabe que era quien dirigía los grupos, los interrogatorios y las torturas”, aseguró Balbo.

Balbo fue detenido por Guglielminetti en su casa de Neuquén el 24 de marzo de 1976, en horas de la mañana.

“Fue el propio Guglieminetti el que me llevó a la Policía Federal de Neuquén. Ahí pase por la primera sesión de tortura”, recordó.

Hubo otras sesiones donde sufrió golpes con las palmas de las manos en los oídos y la aplicación de picana eléctrica en los oídos y en otras partes del cuerpo.

“El en persona preparaba la picana eléctrica. La preparaba delante de mí para que yo lo viera y lo hacía a cara descubierta. Otros represores se ponían detrás de mí, pero el que se quedaba adelante era Guglielminetti. Preparaba unos cables, un aparato que tenía dos manivelas y después me la pasaba por todo el cuerpo”, relató.

Balbo señaló también que “lo más terrible fue cuando me puso los dos cables al mismo tiempo en los oídos. Ahí sentí que algo había pasado porque quedé muy confundido. No sabés si tenés la cabeza para arriba o para abajo. Es un mundo que gira y no podes parar”.

Consideró que los interrogatorios además de tratar de obtener datos o nombres tenían como objetivo “sembrar el terror para paralizar”.

La detención de Guglielminetti y la reanudación de las causas por delitos de lesa humanidad le generan a Balbo “la esperanza de que esta Justicia pueda construir condiciones para que nos demos la explicación que la sociedad se merece”.

“En el caso de Guglielminetti sabemos que tiene mucha información. Quien estuvo en la represión y tiene información que la está ocultando al conjunto de la población tiene que darla para explicarnos que fue lo que pasó. Mientras no se pueda explicar va a retornar como fantasma y con el riesgo de que se repita”, advirtió.

Balbo estuvo dos años detenido y en 1978 tuvo la opción de irse del país hacia el Vaticano donde permaneció como exiliado hasta retornar a la Argentina en 1985.

Otro hecho que viene a su memoria fue volver a ver a Guglielminetti en televisión y en los diarios cuando formaba parte de la custodia personal del ex presidente Raúl Alfonsín.

“Lo primero que hice fue agarrar la valija para volverme a Italia. Le costó mucho a mis familiares y amigos convencerme de quedarme aquí después de todo lo que había pasado. Me golpeó muy fuerte verlo. Si este tipo se pasea de la mano del Presidente qué podía esperar”, se preguntó en esa oportunidad.

Finalmente, Balbo decidió quedarse y prestar testimonio ese mismo año en el Juzgado Federal de Neuquén donde se inició una causa que en 2005 fue reabierta después de la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.

Hoy con el 99,91 por ciento de pérdida de su capacidad auditiva, producto de la tortura, Balbo está tramitando la jubilación anticipada en su cargo de educador en la provincia aunque continúa desarrollando actividades de capacitación en organizaciones sociales y sindicales. (Télam)
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