Reflotan el plan por el centro de genómica vegetal

Después de casi un año de parálisis se reactivaron las conversaciones con España para levantar el Centro Binacional de Genómica Vegetal (Cebigeve) en el predio de La Siberia, aunque con un proyecto menos ambicioso que la idea original.

Ahora las autoridades del área de ciencia y tecnología, tanto a nivel nacional como provincial, estiman que podría comenzar a construirse el edificio que albergará a los científicos, a mediados de 2007. El proyecto sería levantar una infraestructura similar al Instituto de Agrobiotecnología de Rosario (Indear), pero dividido en etapas.

El presidente de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (conocida simplemente como Agencia), Lino Barañao, aseguró ayer que en el corto plazo se firmará el convenio que el proyecto empiece a transformarse en una realidad.

La subsecretaria de Ciencia y Tecnología provincial, Isabel Mac Donald, explicó que en julio pasado se firmó un acta acuerdo con una representante del Ministerio de Educación español, y autoridades de la Agencia y la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación (Secyt). Seis meses después de lo previsto entre ambas partes.

En ese documento, la provincia volvió a comprometer 500 mil pesos y el Municipio de Rosario 100 mil pesos para la primera etapa de las obras. En tanto, España firmó que se haría cargo de un aporte de 300 mil euros anuales (durante cinco años) destinado a equipamiento y gastos de financiamiento (entre ellos, los sueldos a los investigadores). Lejos del millón de euros que había pautado que aportaría cuando surgió la propuesta del Cebigeve.

En este sentido, Mac Donald reconoció que "la situación respecto al proyecto original ha variado" pero rescató que se hayan "recomenzado las tratativas" después que se empantanaran dos veces. Primero, producto del cambio de signo político en el gobierno español (que le bajó el rango al área de Ciencia y Tecnología, de ministerio a secretaría dentro de Educación) y, segundo, por un nuevo cambio de autoridades en la cartera científica española que llevaron el acuerdo prácticamente a fojas cero.