A boxes. La explotación de la pista quedará en manos del municipio tras el fallido intento de concesión

La licitación del autódromo no sedujo a ningún inversionista

En los próximos 30 días el Ejecutivo diseñará un nuevo plan para el circuito y lo elevará al Concejo

Silvia Carafa / La Capital

Ni un sobre vendido, ni un interesado en administrarlo. Ese fue el final para la licitación por la remodelación del autódromo rosarino que ayer quedó desierta después de 60 días de oferta. Con un costo de obra que rondaba los cinco millones de pesos y 15 años de concesión, la inversión privada no apareció en escena. Ahora el Ejecutivo tiene 30 días para diseñar la explotación del predio y presentarla al Concejo. Mientras tanto, el circuito continuará con sus actividades bajo la administración de la Empresa del Estado Municipal.

Después de dos meses en cartel, la licitación cerró sin ofertas para compulsar ni bandera a cuadros para dirimirla. La ecuación que liga inversión y recupero se perfila como una de las razones del fracaso. Ahora será la Municipalidad la encargada de diseñar el futuro inmediato con un proyecto que deberá poner a consideración del Concejo. Comisión mixta y fideicomiso, serían sólo dos ejemplos a los que se estudiaría echar mano para solucionar el tema, aunque todo comenzará a analizarse recién la próxima semana.

Desde el área de Concesiones, Guillermo Arbio, confirmó que la licitación quedó desierta. "Algunos llamaron para preguntar por el precio y las fechas, pero no se vendió un solo pliego", explicó. Y dijo que a partir de ahora, y tal como prevé la ordenanza que dio origen a la licitación, será el Ejecutivo el encargado de presentar propuestas sobre las obras de remodelación del autódromo.

A partir del lunes, el decreto que declara desierta la licitación estará a disposición de la firma del intendente y los esfuerzos por seducir a inversores privados serán parte del pasado. Según Arbio, la licitación estaba planteada como sistema de dataroom, es decir, abierto a las propuestas o iniciativas de los oferentes sobre las bases y condiciones preliminares de los pliegos. "No era nada cerrado, porque había muchas cuestiones técnicas sobre las cuales podían opinar los especialistas", explicó.

Ahora, sobre el proyecto base de la licitación, la Municipalidad deberá elaborar un plan de obras que el Concejo tendrá a su disposición en los próximos treinta días. Pista e infraestructura son los ejes básicos de los trabajos de remodelación para que el predio rosarino entre a tallar en las competencias de las categorías nacionales.


Los fierros piden pista
En la actualidad el autódromo está administrado por una empresa del Estado Municipal, a través de una comisión de cinco miembros que preside Rolando Marcantoni, y que además integran Oscar Borra, Alicia Pino, Marcelo Tenaglia, y el mismo Guillermo Arbio. Los funcionarios trabajan ad honórem en la administración del predio y en su mantenimiento.

El autódromo estuvo concesionado hasta el año 2000, fecha en que la Municipalidad rescindió el vínculo por incumplimiento y conformó una empresa bajo su propia órbita para administrarlo. Dos meses atrás se puso en marcha una licitación para volver a concesionar el circuito, pero el intento fracasó ahora porque no hubo interesados.

Según explicó Marcantoni, la empresa municipal que administra el autódromo tiene como objetivo mantener las 59 hectáreas que tiene el lugar, lo que incluye tareas de limpieza y de organización que se llevan a cabo con un empleado eventual y uno fijo, además de personal contratado. También trabajan un administrador y una contadora, todo autofinanciado con los recursos que generan las actividades deportivas que allí se realizan.

"Tratamos de mantener y mejorar en lo posible el lugar", dijo Marcantoni,quien entre las tareas realizadas citó la provisión de agua corriente, de energía eléctrica, acondicionamiento del paredón de boxes y del alambrado de seguridad. También hubo mejoras en vestuarios y baños.

En la actualidad, en el autódromo se realizan competencias zonales y del TC 4.000 Santafesino. Además, cada quince días hay picadas y cinco días a la semana pilotos de renombre del turismo nacional prueban sus máquinas. El pasado fin de semana hubo carreras de la Federación Santafesina y hasta se corrió un TC 4.000 Argentino. "Siempre hay mucha gente viendo las carreras o las pruebas", remarcó Marcantoni.

Para el funcionario hay un detalle que no debe pasar por alto: son las habilitaciones parciales, que ponen en acción a otros autódromos que tienen las mismas o peores condiciones que la pista rosarina. Y señaló que a pesar de las asignaturas pendientes, como repavimentación, alargue de la pista, y remodelación de vestuarios, baños y tribunas, el circuito local puede funcionar. "Nuestro autódromo no es inseguro", concluyó.

Los pliegos preveían adjudicar la explotación del circuito por 15 años y realizar una serie de obras por unos cinco millones de pesos.