Estudian la relación entre las enfermedades y el sistema nervioso

Clarisa Ercolano / La Capital

"Mens sana in corpore sano", la frase que se repitió durante generaciones hasta terminar estampada en una remera de fútbol argentino, cobra ahora más vigencia que nunca ya que pone de manifiesto que si la cabeza de un ser humano está sana, su cuerpo también lo está. De eso se encarga la psiconeuroinmunoendocrinología, una disciplina que analiza la integración de todas las funciones orgánicas con el sistema nervioso central. "El sistema nervioso central (SNC) es el encargado de manejar todas las funciones del resto de los aparatos orgánicos, y a través de esta concepción, si un paciente viene con una úlcera, antes de ver su estómago habrá que evaluar primero las afecciones de su sistema nervioso", explica el doctor Jaime Mogilevsky, profesor de la única maestría de psiconeuroinmunoendocrinología del mundo, que se dicta en la Universidad Favaloro.

Para entender esta visión del hombre conviene explicar cómo el SNC incide sobre el sistema inmunológico. "Cualquier alteración en las defensas de una persona proviene generalmente del SNC. Con el estrés se deprime la inmunología y esta es la causa de varias enfermedades", refiere Mogilevsky.

El estrés normal es el que permite que una persona se levante, trabaje y se desempeñe normalmente; en resumen, es necesario para vivir, pero cuando los niveles aumentan y se sostienen se produce un cuadro de disestrés, que si se hace crónica, puede llevar al individuo a sufrir una depresión mayor. El sistema endócrino antes era visto solamente como el que secretaba las hormonas, y ahora, se ve que cada tejido genera hormonas independientemente y que el SNC regula también al sistema hormonal. El mecanismo actúa de igual manera con las famosas hormonas tiroideas: cuando el sistema inmunológico se altera, el organismo no reconoce su propio tejido (como puede suceder con un trasplante) y desconoce también a las tiroides, dando como resultado generalmente un problema denominado hipotiroidismo. "También hay casos de hipertiroidismo, y con una marcada predisposición en las mujeres", apunta Mogilevsky.

Para abundar aún más en el concepto, el profesional cita a la esterilidad de origen nervioso: "Hay madres que no pueden tener hijos, adoptan un chico y a los dos meses quedan embarazadas porque desaparece la tensión".


Maldita ansiedad
La ansiedad, otra espada que se levanta contra la buena salud, se manifiesta en la mayoría de los casos a través de la comida. Pero en casos más extremos, se habla de que predispone al cáncer y a las enfermedades cardiovasculares. "Otra manifestación es el síndrome metabólico, que combina sobrepeso en lugares específicos y altos niveles de colesterol y azúcar en sangre", afirma Mogilevsky. "La evolución de un enfermo de cáncer que realiza un tratamiento de mejoramiento de su estructura psíquica es más benigna", subraya.

La psicología y la psiquiatría surgen entonces como herramientas indispensables para prevenir estas enfermedades, pero según Mogilevsky, "recién se recurre a ellas cuando se tiene el problema" cuando lo ideal sería atender las situaciones que se presentan a diario con de una manera neutral y objetiva.

Otro especialista en esta disciplina, Alberto Intebi, docente de la cátedra de Farmacología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), explica: "Esto es una mirada integradora y dinámica de los procesos de salud y enfermedad, tomando como eje central al ser humano desde la unidad indisoluble biopsicosocial". Agrega que la psiconeuroinmunoendocrinología no es una palabra larga sólo por casualidad: "En la facultad nos entrenan para mirar a la persona como una división de sectores, y este término habla de interconexión, al punto tal de que las sustancias que antes solo se pensaba que las fabricaba el sistema endócrino, son también sintetizadas por el cerebro, y también existe un lenguaje químico común entre todos los sistemas del cuerpo".

El centro de la cuestión parece estar puesto en el estudio conjunto de todas las causas capaces de desarrollar un síntoma. "El estrés está ligado a la presión alta, la úlcera y la pérdida de deseo sexual", dice Intebi sin vueltas.

Pero como la ciencia siempre persigue la comprobación, los cultores de la psiconeroinmunoendocrinología están felices de que este concepto se sostenga además en el campo empírico. El doctor Hugo Dezdosvsky, fue uno de los pioneros en la materia y demostró la comunicación entre sistema endócrino e inmunológico, y desde 1992, en EEUU se empezó a incorporar al campo médico.

La ayuda terapéutica profesional, una opción para aliviar dolencias orgánicas.