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miércoles,
02 de
agosto de
2006 |
Washington no permitirá que
terceros intervengan en Cuba
La Casa Blanca descartó dialogar con Raúl Castro, pero ayudará en una posible transición democrática
Washington. - El gobierno de EEUU advirtió ayer que no permitirá que terceros países intervengan en una eventual transición en Cuba. La Casa Blanca descartó entablar un diálogo con Raúl Castro, quien ahora gobierna en forma temporaria, pero anunció que está dispuesta a hacer "todo lo que pueda" para promover una transición a la democracia en la isla.
"El intento de Raúl Castro de imponerse ante el pueblo cubano es lo mismo que ha hecho su hermano. Así que no hay planes para establecer contacto con él", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow. Raúl Castro "es el hombre que sirvió como el carcelero de su hermano y ciertamente no ha sido una figura democrática", agregó.
La administración Bush dijo tener un plan para asistir a Cuba en caso que hubiera una apertura política en la isla, pero un miembro del gabinete advirtió que Washington no tolerará que terceras partes intervengan a fin de "obstaculizar" un eventual proceso democratizador.
"Nos comprometemos a desalentar a terceras partes de obstruir la voluntad del pueblo cubano", dijo el secretario de Comercio de EEUU, Carlos Gutiérrez, quien sin embargo se negó a aclarar si ésta era una advertencia dirigida al gobierno de Hugo Chávez.
"Creemos que los cubanos deben estar a cargo de su destino, y por eso pensamos que es importante que no haya terceras partes tratando de prolongar una situación que los cubanos no desean", puntualizó el cubano-americano.
La semana pasada, el coordinador de la administración Bush para la transición en Cuba, Caleb McCarry, testificó ante un comité del Congreso que, según estimaciones de Washington, Chávez está enviando a Cuba hasta 2.000 millones de dólares al año para sostener el gobierno de Castro.
McCarry dijo que EEUU está preparado para apoyar una eventual transición a la democracia en Cuba, pero aseguró que eso no significa que Washington busque determinar el futuro de la isla. "Quiero ser muy claro en este punto. EEUU y nuestros ciudadanos no son una amenaza para la seguridad o para las esperanzas del pueblo de Cuba. El presidente Bush reconoce que Cuba pertenece al pueblo cubano", aseguró.
La Comisión para la Asistencia de una Cuba Libre, fundada por Bush en diciembre de 2003 y comandada por McCarry, creó programas por 20 millones de dólares en su primer informe, presentado a Bush en 2004, y propuso el mes pasado en su segundo informe un paquete de programas por valor de 80 millones de dólares para apoyar a la disidencia cubana en los próximos dos años.
El embargo continúa
Además, estos informes contienen la estrategia de Washington para el momento en que muera Fidel Castro o se produzca una ventana de oportunidad para una apertura política en la isla. "Tenemos un plan de transición que fue desarrollado en 2003 y lo actualizamos hace un mes", dijo Carlos Gutiérrez.
Si hubiera una transición, "vamos a proveer asistencia en áreas como escuelas, medicinas, recuperación económica y elecciones libres y justas", adelantó el integrante del gabinete de Bush.
Por otra parte, analistas estimaron que es poco probable que EEUU preste atención a los llamamientos a suavizar su embargo contra Cuba, que se espera que aumenten luego de que Fidel Castro transfiriera temporalmente el poder. Un funcionario del Departamento de Estado dijo que no habría cambios en la política con la isla, debido a las leyes estadounidenses que restringen los negocios de Washington con el gobierno comunista. "Esta es una de nuestras políticas más inflexibles. Nuestras manos están atadas por las leyes", dijo el funcionario, quien solicitó condición de anonimato.
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