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miércoles,
02 de
agosto de
2006 |
Traspaso de poder. EEUU sigue de cerca la enfermedad de Fidel
Republicanos y demócratas
se entusiasman con la idea
de un rápido cambio político
Washington. - Legisladores republicanos y demócratas reaccionaron con entusiasmo a las noticias sobre la enfermedad de Fidel Castro y del traspaso del poder a su hermano Raúl. Los más fervorosos fueron los republicanos de origen cubano del estado de Florida, donde viven unos 800.000 miembros de la comunidad cubano-estadounidense en el exilio.
"Espero que este sea el comienzo del fin de ese despreciable régimen", sentenció la congresista Ileana Ros-Lehtinen, nacida en La Habana y elegida en 1989 la primera mujer congresista de origen hispano. El senador demócrata Bill Nelson, también de Florida, dijo que este tipo de situaciones sobre Cuba "ya lo hemos visto en el pasado, de manera que no sabemos si aquí está realmente el principio del fin, pero esperamos que lo sea".
Además indicó que estaba preparando un proyecto de ley para presentar al Senado en las próximas horas -antes de entrar en receso mañana- para que se "dé asistencia financiera inmediata y directa a los disidentes cubanos y activistas de la democracia en la isla".
Nelson dijo que igualmente había "planes clasificados" para responder con equipos marítimos frente a cualquier manifestación de migración masiva de cubanos o cualquier otra situación caótica en Cuba que pudiera afectar a Florida.
El senador republicano Mel Martínez, de Florida, otro nativo cubano y que fue secretario de Vivienda del presidente Bush, dijo que "el pueblo cubano ha estado esperando este momento por 47 años", y que Castro "ha sido un tirano que le importaba más el poder que el bienestar de los cubanos".
El legislador Christopher Dodd, líder de los demócratas en el Subcomité para el Hemisferio Occidental del Senado, urgió a Bush a adoptar un rol activo en los sucesos en La Habana. "Claramente, queremos ver que la democracia llegue a Cuba, y esa es una oportunidad que podría presentarse en los próximos días. La manera en que manejemos esto, creo, va a ser crítica en términos de que tenga éxito", dijo Dodd.
Mientras tanto, exiliados cubanos salieron a las calles del barrio Little Havana en Miami, bailando y cantando para celebrar las noticias de que Castro entregó temporalmente el poder por primera vez debido a una cirugía.
La Calle Ocho, principal arteria del barrio que congrega a la comunicad cubana en Miami, estaba inundada por banderas y gente bailando que llevaba años esperando que Fidel cediera el poder. "Estoy eufórica pero triste al mismo tiempo, porque hay muchos de nosotros que no pueden estar aquí para ver esto", dijo Ana María Lamar, refiriéndose a los exiliados que perdieron la vida luchando contra Castro y a los balseros cubanos que se cree murieron tratando de abandonar la isla.
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