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miércoles,
02 de
agosto de
2006 |
Traspaso de poder. El heredero de Fidel abre muchos interrogantes
Raúl Castro, entre la disciplina y la violencia
El eterno "número dos" es reconocido por su talento organizador y también por su fama de implacable represor
Theo Peters
La Habana. - Raúl Castro, sustituto "provisional" de su hermano Fidel en la máxima conducción de Cuba, ha sido el eterno "número dos" en la jerarquía revolucionaria isleña, pero su reputación de "hombre duro", implacable con sus enemigos, abre interrogantes sobre el futuro del régimen socialista en la transición posfidelista.
Por primera vez desde el triunfo de la revolución cubana, Fidel Castro delegó provisionalmente el poder en su hermano Raúl, que asumió la jefatura del Estado y del Gobierno, el liderazgo del Partido Comunista y la comandancia de las Fuerzas Armadas. Los incondicionales de Raúl Castro le atribuyen cualidades como una enorme disciplina y un gran talento organizador. Sus enemigos, en cambio, ven en él la cara "estalinista" de la Revolución Cubana, y lo califican de represivo, violento y rencoroso, marcado por un sentimiento de inferioridad hacia su carismático hermano mayor.
Al igual que Fidel, Raúl Castro estudió en el famoso colegio jesuita Belén de la capital cubana y después también ingresó en la universidad, pero no terminó sus estudios, ya que se entregó de lleno a la lucha revolucionaria. A diferencia de Fidel, Raúl abrazó abiertamente de joven la causa comunista: en 1953 viajó a Viena para participar en el Congreso Mundial de la Juventud, auspiciado por la Unión Soviética, donde entabló amistad con dos oficiales de la KGB, y luego atravesó la "cortina de hierro" para visitar Rumania, Hungría y Checoslovaquia.
Años más tarde, durante la lucha guerrillera en la Sierra Maestra contra la dictadura de Batista, Raúl ratificaría sus simpatías prosoviéticas en una carta enviada al "Che" Guevara, en la que defendía la posición histórica asumida por José Stalin.
Durante la lucha guerrillera, Fidel ascendió a su hermano Raúl a comandante y le encargó la misión de abrir un segundo frente revolucionario, pero sin protagonizar grandes combates como los librados por los rebeldes comandados por Fidel en la Sierra Maestra. De aquella época data la curiosa foto que muestra a Raúl con el cabello sujeto en cola de caballo, junto a su amante, la guerrillera Vilma Espín, con quien contraería matrimonio pocos días después del triunfo de la revolución, en enero de 1959.
El 16 de octubre de ese año, Raúl Castro fue nombrado ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. En 1965 fue designado segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y en 1976 primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, convirtiéndose así en "heredero natural" de Fidel.
Como jefe del ejército cubano, Raúl Castro comenzó a crear la imagen que, a los ojos de sus enemigos, lo definió como la "cara estalinista" de la Revolución. Durante la lucha guerrillera adquirió fama por defender el fusilamiento como castigo para todo rebelde acusado de "traición" o "cobardía", y después intervino varias veces como testigo-acusador en juicios contra ex compañeros de armas.
El ex embajador de Cuba ante la ONU, Alcibíades Hidalgo, quien fue durante años jefe de gabinete de Raúl Castro, lo definió como "un ser obtuso, obsesionado por el poder, represivo, sin altura intelectual e incapaz de tomar una decisión". (DPA)
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