Las Siete Nuevas Maravillas

Durante un año se podrán elegir otros monumentos arquitectónicos como íconos de la humanidad

Mauricio Pacheco

Las siete maravillas del mundo han despertado el imaginario colectivo y la fascinación de la humanidad durante generaciones. Las construcciones consideradas en la antigüedad grecorromana como monumentos a la creación y el ingenio humano, hace tiempo que dejaron de existir por obra de la erosión, de fenómenos naturales y de la barbarie humana.

El Faro de Alejandría, El Templo de Artemisa, La Estatua de Zeus, El Coloso de Rodas, Los Jardines Colgantes de Babilonia, y el Mausoleo de Halicarnaso han sido tragados por el tiempo. En la actualidad sólo sobreviven las Pirámides de Giza, en Egipto.

Por tal motivo, el viejo sueño de la humanidad de recuperar las siete nuevas maravillas está por concretarse a través de un proyecto organizado por la fundación privada New Seven Wonders Foundation (Fundación las Nuevas Siete Maravillas) y la Unesco. La idea fue una iniciativa del cineasta suizo Bernard Weber, quien recorrió el mundo en un globo aerostático. A partir de esta experiencia, fascinado ante tantas bellezas que divisó en su viaje, decidió comenzar con la búsqueda de las nuevas maravillas del mundo.

Las organizaciones han enumerado 21 lugares históricos en todo el planeta construidos antes del año 2000 y que todavía siguen en pie piden a las personas de todo el mundo que participen en la elección de las siete nuevas maravillas.

Los candidatos oficiales finalistas de las siete maravillas son Acropolis, Atenas (Grecia); Alhambra, Granada (España); Angkor (Camboya); Chichen Itza, Yucatán (México); Cristo Redentor, Río de Janeiro (Brasil); Coliseo, Roma (Italia); Estatuas de la Isla de Pascua (Chile); Torre Eiffel, París (Francia); Gran Muralla (China); Santa Sofía, Estambul (Turquía); Templo Kyomizu, Kyoto (Japón); Kremlin, Moscú (Rusia); Machu Picchu (Perú); Castillo de Neuschwanstein, Füssen (Alemania); Petra (Jordania); Pirámides de Giza (Egipto); Estatua de la Libertad, Nueva York (EEUU); Stonehenge, Amesbury (Reino Unido); Opera de Sydney (Australia); Taj Mahal, Agra (India) y Tombuctú (Mali).

Los 21 finalistas, seleccionados en enero de 2006, incluyen monumentos de cada rincón del planeta. Estos son un reflejo de la capacidad del hombre en crear y transformar estilos arquitectónicos que perduran en el tiempo.

Entre los candidatos figuran lugares donde han ocurrido grandes acontecimientos históricos como el Coliseo de Roma, la Acrópolis de Atenas, la iglesia de Santa Sofía de Turquía o la Gran Muralla China. También están las siempre vigentes Pirámides de Giza, construidas en el 2600 a.c, que son las únicas sobrevivientes de las antiguas maravillas.

Misterio y grandes leyendas se desprenden de algunos de los candidatos. La ciudad de Petra en Jordania, está tallada en una montaña y su particular construcción ha impulsado múltiples historias. En este sentido, los palacios de Taj Mahal en India y Alhambra de España cuentan con leyendas de amor y guerra.

De América aparecen en el listado las ruinas mayas de Chichén Itzá en Yucatán, México; el Cristo del Corcovado en Río de Janeiro, Brasil; las estatuas de la Isla de Pascua, en Chile y el santuario de Machu Picchu en Perú.

Pero también figuran candidatos más jóvenes como la Torre Eiffel de París, la Estatua de la Libertad de Nueva York y la Casa de Opera de Sydney. Desde oriente se destacan el Kremblin de Rusia, el Angkor de Camboya, el Templo Kyomizu, de Japón y el Tombuctú de Mali.

El Castillo de Neuschwanstein, de Alemania y Stonehenge de Reino Unido son otros de los candidatos para integrar las nuevas siete maravillas.

Una de las pirámides sobrevivientes.