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 domingo, 30 de julio de 2006  
El viaje del lector: la gloriosa Devon

El 18 de septiembre de 2004 asistí al casamiento de mi hijo en South Devon (Inglaterra) en la Church of St Winwalloe, iglesia que data del siglo XII, en una soleada tarde del verano inglés.

Desde Londres se llega al lugar tomando la autovía M 4, luego la M5 hacia Bristol, a la A38 a Exester y Plymouth y luego a la gloriosa Devon en el sur de Inglaterra.

El paisaje de la campiña inglesa es de ensueño, un paraíso total. Verdes y suaves colinas, esplendorosos y exóticos jardines de excepcional belleza, pequeños ríos, senderos de ensueño, en suma paisajes inolvidables.

La primera gran emoción fue que al llegar a la casa de los padres de la novia -que está situada en lo alto de una colina y donde se realizó la recepción- con gran generosidad habían hecho construir un mástil e izado en su casa la bandera argentina en nuestro honor. Era casi como estar en casa.

Hay un dicho anónimo que extraje de folletos de la zona que dice que "hay muchos lugares en la vida que captarán nuestros ojos pero solo unos pocos conquistarán nuestros corazón". Y esto es Devon: es salvaje y maravilloso, rico en historia, un lugar único y especial. Es la costa inglesa del jurásico. Devon celebra su éxito actualmente con el premio como "mejor entorno marítimo" en el mercado de viajes internacionales de Londres.

El lugar es único con dos diferentes paisajes costeros (coastlines) separados por un estuario que desemboca en el Canal de la Mancha (English Chanel): de un lado East Portmouth con sus playas y Samll Cove, con arenas doradas y finas, un agua muy verde y cristalina y en la orilla opuesta el encantador pueblito de Salcombe, que parece salido de un cuento de hadas, con callecitas muy estrechas y que conserva todo el esplendor de antiguas construcciones con negocios que ofrecen desde artesanías locales, elementos para la pesca y deportes acuáticos hasta lo más moderno en negocios de moda, así como pubs y restaurantes que ofrecen lo mejor de la gastronomía local e internacional.

En verano los habitantes de Salcombe cruzan en Ferry a tomar sol en las playas citadas y a disfrutar de los pintorescos paradores del lugar, desde donde se sube a la carretera de una sola mano y rodeada de las más variadas especies por empinadas escaleras que le otorga un particular encanto.

Hay distintos sectores de coloridas campiñas (patchwork), senderos de cornisa, animados mercados urbanos y señoriales residencias y castillos.


Salcombe
Salcombe es un puerto natural y muy popular entre visitantes y navegantes de la costa Devon Sur. El estuario -realmente apacible y suave- está incontaminado y ha sido designado como área de belleza natural predominante. Se puede practicar pesca, surf, navegación a vela y con motor y canotaje. Hay una base de buceo pensada con las mayores normas de seguridad y está prohibido practicarlo en el puerto.

El Canal de la Mancha, más allá de la barrera tiene también aguas cristalinas. Numerosos naufragios convierten la zona en la meca para los buceadores. Los naufragios incluyen los famosos barcos de la marina inglesa el HMS (Her Majesty Ship) hundido en 1760 y el Herzogin Cecilie famoso barco Clipper.

Dartmoor son terrenos bajos que se inundan pariódicamente en el sur y abraza maravillosos y salvajes deltas y pequeñas aldeas.

Exmoor es un lugar ubicado en el norte de Devon que tiene una costa muy rugosa que realmente quita el aliento con deltas y tierras con cangrejales. Son famosos los crepes de cangrejo en los pubs de la zona. Caminando por las playas de Mill Bay y Small Cove puede llegarse caminando al Canal de la Mancha.

Todo Devon es una tierra marinera por excelencia. Es un sitio rico en historia y en tradición. Se puede caminar atrás en el tiempo y explorar ciudades históricas y descubrir caracteres que nos llevan a Francis Drake y a Raleigh y también pueden encontrarse los lugares donde transcurrieron las novelas de Aghata Christi y Conan Doyle con todos sus mitos y leyendas. Un lugar para visitar y volver sin duda.

Susana Palomeque

de Fontanarrosa
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La viajera fue sorprendida con la bandera argentina ondeando en tierras británicas.


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