Viajeros del tiempo

Rosario 1900-1905

Desperdicios. Hemos notado que junto al water closset del mercado Sud se depositan las frutas deterioradas y otros residuos y que toda una familia de famélicos muchachos se encuentra desde hace varias noches recogiendo esos desperdicios. Esto no sucedería si se hicieran recoger esas basuras por un carro de limpieza pública dos o tres veces por día.

Lechuzas. La policía secuestró ayer tres lechuzas, es decir, máquinas combinadas para desplumar a los incautos que desgraciadamente penetran en los garitos. Las tres lechuzas estaban en varias agencias de loterías ubicadas en la calle San Martín.

Niños vendedores de billetes. Como hormigas, formando hileras o reuniéndose en grupos y convirtiendo los pulmones en fraguas gritando: “¡Para hoy...! ¡La grande para hoy...!”, así andan por calles y plazas, molestando al transeúnte o invadiendo los establecimientos públicos, centenares de muchachos que hacen del vicio una especulación vendiendo billetes de loterías legales o clandestinas, y todo ello con un descaro y una impudencia que raya en lo inaudito. ¿Qué hacen las autoridades ante ese avance infantil tolerado por padres criminales que en vez de enviar sus hijos a la escuela los explotan, obligándolos a vender billetes y enseñándoles el camino de la vagancia y de la corrupción? El espectáculo es poco edificante y la responsabilidad moral de los que lo permiten, mucha. Además, ninguno de los muchachos que ejerce esa vergonzosa industria abona a la Municipalidad el respectivo impuesto, con lo que se cometen tres faltas a la vez: se pervierte a la niñez, se defrauda al fisco y se perjudica a las casas que pagan patente.

Virgen a los 37. Narran nuestros colegas de Norteamérica que “el profesor Crook, de la universidad de Chicago, acaba de hacerse célebre de la noche a la mañana confesando ingenuamente en su curso científico que jamás había besado a una mujer. «El éxito de una carrera científica –dijo– exige el sacrificio de muchas debilidades humanas. Por mi parte nunca he blasfemado, nunca he probado un licor, nunca he fumado ni he dado un beso a una mujer». Y hoy Mr. Crook es el hombre más discutido por la prensa americana. Mr. Crook tiene 37 años y ha vivido algún tiempo en París. Es un hombre de buena presencia, muy modesto, y está muy confundido por la notoriedad algo fastidiosa que le ha valido su candor. Se ve abrumado de cartas: en unas lo felicitan y en otras lo ridiculizan sin piedad. Numerosas misivas femeninas le hacen proposiciones de matrimonio, y bien que lo merece, por la rareza que importa su ignorancia en materias de amatoria”.

Investigación y realización Guillermo Zinni ©
Diario La Capital 1900/1905