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domingo,
30 de
julio de
2006 |
30 años de silencio. El pastor fue llamado "Satanelli" por sus detractores
Un obispo apedreado por los poderosos
Angelelli fue perseguido por su compromiso con los humildes y organizaciones de los trabajadores
"En la población riojana de Aminga, cerca de Anillaco, el 13 de julio de 1973 Angelelli acompañó los reclamos de una cooperativa de campesinos que pedían un terreno abandonado por la familia Asalini. Pero los propietarios de la zona lo apedrearon", recordó Luis Miguel Vitín Baronetto, biógrafo del religioso y compañero de su pastoral cuando estaba en Córdoba.
"Los hacendados, entre ellos Amado Menem y su hermano, habían movilizado a sus empleados para impedir que Angelelli participara junto a los trabajadores de una fiesta patronal de ese poblado", recuerda Baronetto, un ex seminarista, empleado bancario y delegado gremial, que fue preso político durante todos los años de la dictadura militar.
"Había en esos años una fuerte campaña contra el obispo renovador, el diario El Sol publica solicitadas con críticas, lo trataban como un demonio y lo llamaban «Satanelli»", dijo a La Capital Baronetto, quien hoy es secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) cordobesa y secretario de Derechos Humanos de la Municipalidad de la ciudad de Córdoba.
Esas agresiones también fueron relatadas años después por el historiador y periodista Osvaldo Bayer: "Al realizar un documental para la televisión alemana, fuimos a la bodega Menem y nos atendió su administrador, Amado Menem. Entonces quedó registrada la descripción del empresario viñatero sobre el obispo: «El se la buscó, era un comunista".
Ante el ataque en Aminga, monseñor Vicente Zaspe -entonces arzobispo de Santa Fe- apoyó a Angelelli e investigó el hecho, recorrió la diócesis riojana y registró testimonios de la población. "No he venido por mi propia iniciativa; me ha enviado Pablo VI para pedir confianza para el obispo, porque el Papa se la tiene", afirmó Zaspe. Luego, aseguró: "La pastoral de la Iglesia riojana es la pastoral de la Iglesia universal".
Una investigación ocultada
Baronetto también indica que cuando en 1983 el presidente Raúl Alfonsín impulsó la investigación del "Nunca Más", Carlos Saúl Menem, entonces gobernador riojano, creó una comisión para investigar la represión en esa provincia al estilo de Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep).
Tras el trabajo de documentación sobre los delitos cometidos por el terrorismo de Estado en La Rioja, el material "fue entregado un año después a Menem, quien lo cajoneó", dice Baronetto.
Pero, indica, "el diario El Independiente publicó una síntesis y el documento fue incorporado a las causas abiertas en 2005, pero tenía una difusión restringida".
En más de cien páginas, el llamado "Nunca Más riojano", registra testimonios de sobrevivientes y familiares de desaparecidos.
El juez Miguel Morales, ex presidente de esa comisión y actual magistrado de Instrucción, señaló que muchos de los casos fueron recogidos por el informe de la Conadep.
El centenar de testimonios sirvió para reconstruir los casos de unos treinta desaparecidos y de los cientos de detenidos, cuando La Rioja estaba bajo la jurisdicción del Tercer Cuerpo del Ejército, a cargo de general Luciano Benjamín Menéndez.
"Se confeccionaron tres copias, dos fueron a los Juzgados de Instrucción N0 1 y N0 2, y la restante quedó en el gobierno", dijo Morales a La Capital. Agregó que "con el tiempo asumí en el Juzgado N0 1 y hallé el ejemplar. Hice tres copias, en base a las cuales se iniciaron las actuaciones ya derivadas a la Justicia Federal, y envié un ejemplar al gobierno".
En 2002, la Legislatura riojana aprobó un proyecto para dar a conocer el documento, pero el gobernador Angel Maza dijo que esa información no estaba en su despacho.
Se especula que la investigación podría darse a conocer en el marco de los actos del 4 de agosto.
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