Falta de equilibrio

Me dirijo a usted en relación a un reportaje televisivo que le fuera hecho hace unos días al hijo del asesinado coronel Llarrabure en la época de la subversión, por el ERP. Ya había escuchado alguna referencia a su actitud, pero ratifico cómo lo había oído su sentimiento de perdón y su falta de odio o rencor a los matadores de su padre, tras un largo y horrible cautiverio de 372 días. Expreso sin embargo, la falta de equilibrio que existe en los últimos tiempos para evaluar los muertos de uno u otro lado. Da la impresión de que sólo los que murieron a manos de los militares fueran válidos, restando importancia al gran número de civiles y militares que eliminó la subversión. Aunque no estoy de acuerdo con el método usado por el gobierno militar, máxime teniendo a su disposición otras medidas, estoy de acuerdo con el señor Larrabure en que a veces inclinamos demasiado la balanza para un lado, olvidando que el dolor por un muerto incide en cualquier familia. Dejo a salvo que la desaparición y el robo de bebés es aberrante e inhumano. Y pienso que el luto no acaba nunca. Tratemos de tener el equilibrio del disertante objeto de esta carta y así podremos empezar a ser justos.

Teresa Yacomini