No corras, te esperamos Messi

El juvenil argentino no jugó la final de la Liga de Campeones y Pekerman recibió con alivio la noticia

El astro rosarino Lionel Messi ayer se dio el gran gusto de consagrarse campeón con Barcelona de la prestigiosa Liga de Campeones de Europa. Pero la obtención del título no fue la soñada para el talentoso delantero porque no pudo actuar ni siquiera un minuto en la final del certamen ante Arsenal de Inglaterra. El entrenador azulgrana Frank Rijkaard prefirió no arriesgarlo y así evitar un retroceso en la recuperación que lleva adelante por el desgarro en el bíceps de la pierna derecha. El gran beneficiado con esta medida fue el director técnico de la selección Argentina, José Pekerman, quien seguramente respiró aliviado con la marginación del Mesías del choque decisivo disputado en París y ahora podrá contar con el atacante en óptimas condiciones cuando la semana próxima se intensifiquen los entrenamientos en Ezeiza de cara al Mundial de Alemania.

  En la previa del partido de ayer, Messi entrenó con sus compañeros en París, pero finalmente el cuerpo técnico del equipo catalán optó por no arriesgar a una de sus apariciones más rutilantes y preservarla para que llegue con todo su potencial al Mundial.

  La decisión no hizo más que corroborar la mesura con que se manejaron los tiempos en la recuperación del notable futbolista. Precisamente a fines de abril Lionel estuvo en Rosario junto a un enviado de Barcelona y otro de la selección para llevar adelante la rehabilitación con absoluta tranquilidad, cerca de sus afectos y sin apurar los tiempos.

  Si bien en la conferencia de prensa que ofreció Messi en un hotel céntrico de su ciudad natal había expresado el deseo de “estar en la final de la Champions”, los profesionales que lo acompañaban jamás pusieron una fecha precisa para su retorno a la competencia.

  Y así fue. Los tiempos se respetaron y la prioridad fue su recuperación muscular más allá de las urgencias futbolísticas que podría haber tenido su club. Un dato a destacar fue la coordinación absoluta que llevaron adelante los profesionales de Barcelona y la selección para programar cada paso en la puesta a punto del pibe rosarino. Algo que en este fútbol donde mandan los resultados muchas veces no se respeta en lo más mínimo.

  Por ello, ayer Pekerman debe haberse sentado tranquilamente en un sillón frente al televisor para seguir las instancias de la final de la Champions, sin tener que sufrir por una posible recaída de uno de sus soldados fundamentales en Alemania.

  La Pulga no fue arriesgada y ahora habrá que ajustar su recuperación fina para que llegue afilado al duelo que le importa a todos los argentinos: el 10 de junio ante Costa de Marfil, en el debut de la selección en suelo alemán.

Lionel Messi se perdió la Champions pero se aseguró el Mundial.