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jueves,
18 de
mayo de
2006 |
Un funcionario del
Congreso brasileño vendió
información a los narcos
Los jefes que mandaron a fusilar policías en San Pablo tenían los datos de una reunión legislativa reservada
Un funcionario del Parlamento brasileño confesó ayer que vendió al grupo del crimen organizado Primer Comando de la Capital (PCC) las grabaciones de una sesión reservada donde se anunciaba el traslado de presos vinculados al grupo a un penal de máxima seguridad, lo que ocasionó los atentados criminales en Sao Paulo, impulsados por bandas de narcos que fusilaron a más de un centenar de policías.
El funcionario Arthur Vinicius Silva, encargado de grabar una sesión reservada de una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI), vendió a los abogados de la cuadrilla dos grabaciones que contenían declaraciones de los comisarios de la Policía Civil Godofredo Bittencourt y Rui Ferraz Fontes.
Según la policía, que investiga el tráfico de armas en Brasil, las copias fueron entregadas al líder máximo de la cuadrilla Marcos Willians Herba Camacho, alias "Marcola", por sus abogados, poco antes de iniciarse los atentados a fuerzas de seguridad y la serie de rebeliones simultáneas en más de la tercera parte de las cárceles de todo el Estado de Sao Paulo.
Se sospecha que las grabaciones fueron vendidas al grupo por 200 reales (equivalentes a 90 dólares).
En las grabaciones, Bittencourt y Fontes, que trabajan en el Departamento de Investigaciones sobre Crimen Organizado, informan el plan de transferir a los presos vinculados al PCC a un penal de máxima seguridad para aislarlos, lo que se presume provocó la ola de violencia que aterrorizó a la ciudad por más de 72 horas y dejó como saldo más de un centenar de muertos.
Las sospechas de que hubo una matanza de supuestos criminales se acumulaban ayer al subir en espiral el número de muertos hasta 155, de un día para otro, para frenar la violencia que estalló hace seis días, la cifra más elevada en la historia de Sao Paulo.
El número de supuestos criminales muertos en combate con las autoridades saltó de 71 a 93 en las últimas 24 horas, de acuerdo con un comunicado de la policía divulgado por correo electrónico.
Las autoridades, sin embargo, no ofrecieron detalles de cómo ocurrieron esas muertes. Ningún otro policía ha resultado muerto ni herido en las últimas horas.
Con las 93 muertes en supuestos enfrentamientos, el total de víctimas desde el viernes y hasta la madrugada de ayer se elevó a 155, incluyendo 40 agentes policiales y cuatro civiles.
En forma separada, las autoridades penitenciarias han dado cuenta de la muerte de al menos 18 reclusos, la mayoría de ellas ocurridas el domingo último en distintas revueltas carcelarias. (DPA y AP)
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La policía siguió ayer concretando un férreo control de las calles paulistas.
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