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jueves,
18 de
mayo de
2006 |
Una protesta
simpática
Simpática y oportuna, aunque nada protocolar ni ortodoxa. Me refiero a la irrupción de la reina del Carnaval de Gualeguaychú en el encuentro de mandatarios en Viena. Esta es quizá una forma también de involucrarse en una temática que preocupa, lejos de lo ceremonial y de la etiqueta. Se dejó así planteada una postura, sin violencia, destrozos ni desmanes de ninguna índole. La inesperada pancarta, sostenida graciosamente por una joven bonita en una foto oficial de presidentes, logró claramente el efecto que se buscó: sorprender, movilizar y hacer que el hecho tenga repercusión mundial. ¡Basta de papeleras contaminantes! Una escena que sorprendió a todos los jefes de Estado y que cumplió un objetivo sin saldos lamentables, algo que con frecuencia sucede al manifestarse en contra de hechos puntuales, movidos por un reclamo legítimo.
Nora E. Cardarelli, DNI 14.510.012
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