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miércoles,
17 de
mayo de
2006 |
Club de ayuda frente al miedo
Mediante charlas o acompañamiento, el Fobia Club ofrece una alternativa socio-terapéutica a quienes padecen el trastorno.
Fobia Club es una institución nacida hace diez años por una inquietud personal de los doctores Oscar Carrión y Gustavo Bustamante luego de comprobar que los pacientes mejoraban con el tratamiento psiquiátrico, pero carecían de una herramienta de anclaje social. "Convocamos a pacientes recuperados que se capacitaron para ser acompañantes terapéuticos o coordinadores de grupo, enseguida iniciamos las charlas abiertas a la comunidad y el acopio de material bibliográfico sobre el tema", refiere Bustamante.
La entidad tuvo sus inicios en Buenos Aires pero las filiales se expandieron en el interior. Bustamante indica que el aporte de este tipo de grupos lo hacen los pacientes recuperados. "Ayuda ver a alguien que pudo recuperarse porque una cosa es la mirada profesional y otra es la de aquel que tiene la experiencia escrita en el cuerpo", dice.
Además, muchos miembros del grupo tienen un espíritu solidario muy marcado que los lleva a atender llamados de otros compañeros a las 4 de la mañana y a acompañar a aquellos que no se animan a salir solos. Muchos llegan aislados, sin amigos y con depresiones secundarias; sin un entorno social y afectivo que los ayude.
El miedo es descripto por Bustamante como una emoción lógica que previene y alerta, mientras que la fobia es un temor desmedido frente a objetos, animales o situaciones cotidianas.
El pánico es una reacción espontánea, no tiene un desencadenante. "La persona está viajando en colectivo o mirando televisión y de repente siente palpitaciones, dolor en el pecho y sensación de desmayo sumado a que creen que se van a morir", dice el psiquiatra. Si bien cada crisis no dura más de 15 minutos, ese tiempo es suficiente para causar verdaderas alteraciones. "Muchas veces la confunden con un episodio cardíaco", advierte Bustamante.
Fobia, fobia social y ataque de pánico se agrupan dentro de los denominados trastornos de ansiedad. El pánico muchas veces es confundido con un estado de agarofobia (temor a los lugares abiertos). "En verdad, la gente teme desmayarse en un lugar donde no conozca a nadie y no pueda ser socorrido", aclara Bustamante.
Un escalón más abajo de estas patologías se ubica el trastorno obsesivo compulsivo, caracterizado, por ejemplo, por la necesidad de verificar constantemente que las puertas estén cerradas o que los objetos estén siempre limpios. "El miedo a la contaminación lleva a los pacientes a lavarse las manos con lavandina y a provocarse serias lesiones en la piel", explica el médico, que señala además, que es un fenómeno muy común en la población, pero que quienes lo padecen, lo disimulan.
No todas las personas requieren medicación para salir adelante, algunos sostienen su uso por un tiempo y otros deben mantenerla de por vida.
Lo cierto es que la ausencia de tratamiento trae aparejada una notable disminución de la calidad de vida, afectando paralelamente el área laboral, afectiva y hasta económica. "Se caen en estados depresivos, se vuelven adictos a sustancias o tienen ideas suicidas", dice Bustamante, y señala que "algunos reacomodan su vida de acuerdo a la fobia".
Quienes deseen participar de las reuniones del Fobia Club Rosario pueden llamar al 4400743 o escribir un mail a [email protected]
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