Cayeron con $100 mil ajenos y están libres

Un gestor fue robado en la peatonal y al instante los prendieron a ellos con su mochila. Le echaron la culpa a otro

Imputados de ser autores de una salidera, procesados, pero libres. Esa es la síntesis de la excarcelación de los dos detenidos acusados de protagonizar el arrebato de una mochila con 106 mil pesos de las manos de un gestor hace 25 días en plena peatonal rosarina. Aquella tarde, la del viernes 21 de abril pasado, la policía atrapó a dos hombres -de 26 y 34 años- que habían quedado atascados en su auto con el maletín robado. "Los arrebatadores se subieron a un auto azul", dijo un testigo directo del atraco y los pesquisas de la Brigada de Orden Urbano sólo tuvieron que trotar 50 metros para detener la marcha del Volkswagen Gol de ese color. El auto estaba taponado por el tránsito de las 3 de la tarde y en su interior el cuerpo del delito: una agenda y la mochila. Los detenidos pagaron ayer la fianza y ganaron la calle. Ellos maldicen su mala fortuna: aducen que esa mochila, en verdad, entró por la ventanilla del auto en el que estaban, arrojada por una persona que huía.

La Unidad Regional II identificó a los frustrados arrebatadores como Alejandro Rubén Gribaudo, de 34 años, y Mario Avelino Velázquez, de 26, quien conducía el coche. Uno vive en San Nicolás y el otro en La Emilia, un pueblo que está a 7 kilómetros de esa ciudad bonaerense. "Si bien ambos fueron excarcelados, quedaron procesados por robo", se explicó desde el estudio jurídico de los abogados Hernán Tasada y Juan Uviedo, quienes representan a los ahora liberados. "Pensando en su libertad, para ellos no era determinante que estuvieran acusados de tentativa o robo, ya que ninguno de los dos tenía excarcelaciones concedidas", se precisó.

Los defensores de Gribaudo y Velázquez aclararon que sus clientes "negaron haber participado en el hecho". Los detenidos aseguran que mientras circulaban con su auto, un muchacho pasó corriendo y, aprovechando que llevaban una de sus ventanillas bajas, le arrojó la mochila con el dinero. El muchacho continuó corriendo y la policía los detuvo a 50 metros de donde el gestor Edgardo Juan Onaindi había sido despojado. El hombre había salido de la mutual de Córdoba al 1400. Llevaba una mochila al hombro con 100 mil pesos y en una agenda de cuero tenía 6.487 pesos más. Todo eso se halló en el auto de los apresados donde no había armas.

Que el juez haya liberado a los dos hombres, aunque genere asombro, es perfectamente ajustado a la ley. "Si nuestros clientes hubieran vivido en Rosario, podrían haber salido a las 24 horas", explicaron los abogados. "Pero como tienen domicilio en la provincia de Buenos Aires y para salir de nuestra provincia hay que depositar fianza, tuvieron que responder por 18 mil pesos cada uno para salir en libertad", precisó uno de los letrados.


Vaya casualidad
Que los detenidos vivieran en las localidades bonaerense de San Nicolás y La Emilia, y el gestor fuera nicoleño, fue un elemento que se tuvo en cuenta a la hora de apuntalar el caso. "Son de la misma zona, sin duda tenían el dato de que la víctima del arrebato iba a mover esa plata. Una entrega cantada", repitió ayer una fuente de la Brigada de Orden Urbano. El vocero consideró "un ardid de la defensa" el argumento que deja libres a ambos hombres: "hay un testigo que avisa a la policía y describe a dos sujetos que ingresan al auto. Los vigilantes intervienen en base a ese señalamiento, los requisan y encuentran la plata arrebatada", indicó el oficial consultado, que reía con resignación.

Para los abogados de Gribaudo y Velázquez, el hecho por el que se procesó a sus defendidos no debería ser robo, sino tentativa de robo. "El robo se configura cuando se puede disponer de lo sustraído", explicaron. "Si alguien roba, es perseguido continuamente, pero es atrapado, eso es una tentativa de robo, porque no pudo disponer sobre lo sustraído", ampliaron.

El arrebato se produjo en Córdoba y Entre Ríos.