Nadie se banca a la mascota del Mundial

Patricio Pron

No sé si se sucede lo mismo en Argentina, pero desde hace varios meses los canales de música alemanes no dejan de pasar día y noche el video de la canción de Bob Sinclar “Love Generation”, probablemente una de las canciones más estúpidas de los últimos tiempos y, por lo tanto, saludada ya como “himno generacional” por varias publicaciones alemanas.

  En el video, un niño rubio recorre con su bicicleta los Estados Unidos de costa a costa acompañado de una especie de león que juega con una pelota. ¿Quién es ese bicho y cuál es el sentido de que la canción semioficial del Mundial de Fútbol de Alemania no muestre un solo paisaje alemán, esté cantada en inglés y transcurra en el que probablemente sea el país de la Tierra cuya población menos se interesa por el fútbol? La segunda parte de la pregunta es fácil de responder: se trata de abrir nuevos mercados para ese producto que la Fifa vende y que se llama fútbol. La primera es incluso más fácil de responder: el bicho es Goleo VI, la controvertida mascota del Mundial.

  Goleo VI fue creado por la compañía norteamericana Jim Henson, famosa por la creación de los muñecos de las series “Barrio Sésamo” y “Los Muppets”, y su costo fue de un cuarto de millón de dólares. Según la Fifa, eligió a Jim Henson “por su dilatada experiencia en el desarrollo de figuras exitosas para el mercado estadounidense”, lo que dice a las claras para quién están haciendo este Mundial y por qué en el video de “Love Generation” Goleo VI patea una pelota desde Nueva York a Boston y no desde Frankfurt del Oder a Aquisgrán.

  Si bien es cierto que las mascotas de los mundiales tienden a olvidarse tan rápidamente como el Mundial del que eran símbolo, Goleo ya ha traído suficientes dolores de cabeza para que no sea olvidado tan fácilmente. Uno de ellos es que, mientras las mascotas de mundiales tienden a ser animales o personajes característicos del país que acoge el evento de selecciones, Goleo VI es un león y no hay leones en Alemania. Este país es comúnmente asociado con el águila e incluso la selección nacional tiene un águila como mascota, pero el águila también está asociada al nacionalsocialismo, que hizo de ella un elemento destacado de su iconografía y es probable que los organizadores hayan deseado evitar esta connotación negativa.

  Como quiera que fuera, Goleo VI ha sido duramente criticado desde su presentación por los medios de prensa alemanes, que hicieron hincapié en la fealdad del muñeco, su falta de originalidad —ya hubo una mascota mundialista que era un león, “World Cup Willie” del Mundial de Inglaterra 1966— y de rasgos nacionales.

  El Süddeutsche Zeitung lo calificó de “miserable” y “bola de pelos”, pero la crítica más dura provino de quienes critican a Goleo VI por no llevar pantalones. Una crítica más concreta y futbolística puede ser hecha si se observa con atención la entrepierna de la mascota porque —ustedes perdonen— el problema con Goleo VI es que no tiene huevos.