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miércoles,
17 de
mayo de
2006 |
La provincia suma nuevos planes de biocombustible
Tras la promulgación de la ley de promoción, un grupo japonés quiere producir etanol cerca de Rosario
Mitsui Argentina SA, filial local de uno de los grandes grupos económicos japoneses, estudia la posibilidad de abrir una planta de etanol en Rosario. El proyecto se dio a conocer un día después de la promulgación de la ley de promoción de biocombustibles sancionada por el Congreso nacional.
El proyecto del grupo japonés, difundido a través de un matutino porteño, se suma a la movida del biocombustible que, de la mano de la crisis del petróleo, promete inversiones por 300 millones de dólares en el país.En ese escenario, y siendo el país un importante productor de materia prima, los proyectos en danza provienen tanto de la industria aceitera, como de las petroleras, municipios y cooperativas de productores.
Los anuncios más firmes fueron los realizados por Repsol YPF, que estudia una inversión de 30 millones de dólares para construir una planta de 100 mil toneladas de producción anual a instalarse en Rosario o provincia de Buenos Aires; Vicentín, que invertirá 40 millones de dólares, para una planta de 200 mil toneladas en biodiesel, y Oil Fox, que duplica la apuesta con un proyecto de 80 millones de dólares.
Representantes de esta empresa se reunieron ayer con el ministro de la Producción, Roberto Ceretto, para acercar posiciones en torno de que la planta se radique finalmente en la provincia, que compite con la ciudad de Campana, en Buenos Aires. Frente a los incentivos que ofrecieron en la provincia vecina, los empresarios están pidiendo al Ministerio de Producción un aporte para la construcción de los tanques de las plantas. Mientras la empresa espera una definición esta semana, Ceretto se mostró confiado en que en la decisión de la firma prime la cercanía a la materia prima.
También directivos de Cargill aseguraron recientemente que estudian un proyecto de biocombustibles en la región. En rigor, en la provincia de Santa Fe, ya tiene algunas empresas que producen en menor escala biodiesel, como es el caso de Biofe, en Esperanza; Ricedal Alimentos, en Chabás; Recomb en Arroyo Seco, Biocom en Alvear, entre otras.
Prometedor
Miguel Almada, economista del programa nacional de biocombustibles de la Secretaría de Agricultura de la Nación, explicó a La Capital que a partir de la ley se crea una demanda cautiva interna de 600 mil toneladas por año de biodiesel y unas 160 mil toneladas en el caso del etanol.
Para el caso de la primera, y tomando como fábrica tipo una de 40 mil toneladas, se van a necesitar 18 plantas de ese tamaño para cubrir esa demanda, lo que significa una inversión de 180 millones de dólares. En tanto, para la producción de etanol, la plantas tipo de 30 mil toneladas de capacidad por año, se requerirán unas 6, significando una inversión de 120 millones.
"Se va a necesitar 300 millones de inversión para invertir ese corte, es decir para abastecer el mercado interno, ya que la ley, regula esa plaza, porque la exportación lo hace a través de la ley de la oferta y la demanda", aclaró Almada.
La nueva ley prevé que a mediados de mayo de 2010 se comercialice en el país el gasoil y diesel oil con una mezcla de 5% de biodiesel, como mínimo.
La norma fue sancionada luego de un largo derrotero parlamentario y su redacción final provocó polémica entre los actores interesados en ingresar al negocio. Los cuestionamientos apuntan a la ausencia de un régimen de estabilidad fiscal, que figuraba en el proyecto original.
Jorge Kolastian, de Oil Fox, aseguró que la "ley no sirve para quienes pretenden exportar", como es el caso de su empresa. "Al no tener estabilidad fiscal, al Poder Ejecutivo se le ocurre poner otro arancel y se pierden los contratos logrados", agregó.
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La movida de biodiesel promete inversiones por 300 millones de dólares.
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