La Municipalidad sale a controlar la movida nocturna con 150 inspectores

Trabajarán de jueves a domingos, de 23 a 7, visitando confiterías y bares. Relanzan un 0800 para denuncias

La Municipalidad tendrá a la noche rosarina celosamente vigilada. Así lo anunciaron ayer los funcionarios responsables de controlar confiterías, boliches, cantinas y bares, que destacarán para realizar esta misión a una brigada nocturna de 150 inspectores. En el invierno, el radio de acción estará focalizado en el centro, Pichincha, La Florida y otros sectores puntuales donde se impedirá el ingreso de menores de edad a esos locales y la venta de alcohol en lugares prohibidos. Patrullarán desde las 23 hasta las 7, de jueves a domingos, y habrá puntos fijos donde se impedirá la violación del factor ocupacional (el exceso de público en un local con capacidad limitada).

Desde este fin de semana y por tiempo indeterminado una patrulla nocturna compuesta por agentes de la Guardia Urbana Municipal (GUM), y las direcciónes de Inspección, Tránsito y Control Urbano rastrillará los locales nocturnos.

Se trata de una cuadrilla de 150 inspectores. Entre sus responsabilidades, los agentes tendrán que controlar la venta y consumo de alcohol en lugares prohibidos (quioscos, salones de venta) y fuera de horario en granjas, minimercados y almacenes. También deberán sancionar la venta de bebidas alcohólicas a menores de edad.

El trabajo estará dividido en puntos fijos y en recorridas. En los locales se seguirá la rutina de solicitar la habilitación, matafuegos, salidas de emergencia, detectores de metales, higiene y el cumplimiento de los horarios límite de funcionamiento (a las 5 para los boliches y confiterías bailables).

Según detalló el subsecretario de Gobierno municipal, Fernando Asegurado, habrá un "especial seguimiento en relación al ingreso de menores de edad a lugares prohibidos". Es por ello que los inspectores solicitarán documentos de identidad en el caso de que sea necesario.

También se machacará sobre lo habitual: control de alcoholemia, de velocidad, operativos de tránsito a la salida de los boliches y detección de picadas de autos, entre otros objetivos.

Como complemento, la Municipalidad recordó que existe el 0800-444-0909 para efectuar denuncias que puedan dirigir el accionar de los inspectores. Al respecto, el titular de la GUM, Claudio Canalis, reveló que entre sábados y domingos se reciben más de 80 llamadas relacionadas con ruidos molestos, grescas en la vía pública, incendios intencionales de contenedores de residuos o accidentes entre vehículos.


Refuerzo de personal
Asegurado destacó que este relanzamiento de los controles viene de la mano de un refuerzo de un 30 por ciento en el personal afectado al turno noche. "Sabemos que ya existe actividad antes del fin de semana, y por eso queremos estar al tanto de lo que ocurre a la noche", puntualizó el subsecretario al sugerir que "podría haber mayor patrullaje policial que acompañe el aumento en el control que hace la Municipalidad".

La batería de anuncios se produjo a días de lo ocurrido en Rioja al 1900, donde en plena madrugada un bar se encontraba desbordado de menores de edad, entre ellos pibes de 12, 13 y 14 años. Allí reinaba el consumo de bebidas alcóholicas.

"Nos preocupa esta transformación de los minilugares de baile y diversión; allí seremos muy estrictos con las clausuras correspondientes, porque alcohol y menores resulta un cóctel explosivo", puntualizó.

En este sentido, el director de Inspección municipal, Henry Fabro, se mostró proclive a "mejorar y modificar" la normativa que regula la habilitación de bares con amenización musical.

"Sería oportuno imponer mayores requisitos de seguridad e higiene, y en el caso de que se decida aprobar que en los bares se pueda bailar, que haya al menos salidas de emergencia", estimó Fabro.

En contraposición, la mayoría de las confiterías y boliches cuenta con personal de vigilancia privada y policía adicional. El único elemento polémico es el factor ocupacional.

El municipio quiere poner orden en la noche.