Circo futbolístico

En las últimas semanas fue muy común escuchar críticas a los árbitros de fútbol argentino. La televisión se regodeaba pasando las imágenes de dichos errores más las protestas que engendraban. No tengo dudas que los referís son mediocres, pero no olvidemos al resto. Los técnicos con sus shows mediáticos impulsando a la violencia constante; los jugadores, actores para el Oscar protestando siempre aunque el botín quede marcado en la cara del rival; los dirigentes con su triste historia de endeudamientos salvajes; la hinchada que siempre quiere el triunfo, sea como sea, dramatizando al máximo algo que debería ser un entretenimiento y utilizando el deporte como excusa, algunas veces hasta para delinquir; la AFA con una organización caótica permitiendo las más grandes injusticias y haciendo jugar los partidos en los horarios más insólitos esclavizada por la televisión. Y finalmente los periodistas, azuzando constantemente con sus comentarios a sus reporteados para engendrar una violencia negativa. En realidad es todos contra todos. Por eso los árbitros no son los únicos mediocres del fútbol argentino. Por lo tanto, no asombrarse con penales no cobrados o mal sancionados, masivas tarjetas amarillas para un solo equipo o prioridades para los clubes grandes cuando juegan con los chicos. También es violencia el jugador que se tira fingiendo, el técnico que siempre culpa a otros, el hincha que arroja un proyectil, el directivo que se embolsa porcentajes de una venta y el periodista que dice que no fue tal cosa cuando miles de televidentes están viendo lo contrario. Tenemos el engendro que producimos. No nos asombremos.

Roberto Feldman