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miércoles,
05 de
abril de
2006 |
La denuncia
Dos días después de la tragedia el delegado de los transportistas de El Práctico dio cuenta de que los conductores estaban sometidos a un régimen laboral extenuante. Públicamente, ante varios medios, Néstor Cannata planteó en la terminal de Rosario que los choferes trabajaban hasta 56 horas sin descansos. "La empresa, violando todas las condiciones de trabajo, exige que los compañeros cumplan con tareas que no les corresponden. Estos choferes salieron de Buenos Aires (...) y mientras uno conduce el acompañante debió servir a los 46 pasajeros una entrada, una comida, café, bombones y whisky", señaló Cannata. El gremialista aludió a la sobrecarga de trabajo en un desempeño de riesgo. "Hay compañeros que salen de Córdoba a Buenos Aires en un trayecto de diez horas, allí descansan dos y salen a La Rioja en otro viaje de 18 horas. Descansan cuatro horas y vuelven hasta Retiro en otras 18 horas, para descansar cuatro y retornar a la base de Córdoba en otras seis horas. Recién ahí tienen un par de días en sus hogares para reponerse después de tres mil kilómetros de ruta", señaló. "Estamos sometidos a presiones para aceptar un sistema laboral por fuera de convenio que nos afecta psicológicamente", destacaba el delegado. El Práctico había absorbido a 150 conductores de la desaparecida empresa Ablo.
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