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miércoles,
05 de
abril de
2006 |
Caro, pero
el peor
El pasado 27 de marzo me despacharon desde Capital Federal un sobre a pagar contrarreembolso, el cual debía recibir con suma urgencia. La empresa oficial de correos asegura entregarlo dentro de las 72 horas, pero desde el servicio de atención al cliente se me informó que el despacho había tenido lugar el día 28, con lo que la compañía ganaba un día. El viernes 31 me quedé en mi casa todo el día porque el mismo servicio telefónico (al que debí recurrir por larga distancia y aguardando varios minutos, ya que tiene sede en Buenos Aires) me prometió que la entrega se produciría esa misma jornada, cosa que tampoco ocurrió. Finalmente, el 1º de abril debí concurrir al Correo Central personalmente para retirar el sobre debiendo gastar en movilidad para poder llegar, y no sin tener que agradecer al empleado correspondiente por la atención, ya que los sábados no se formulan entregas de esta naturaleza. En conclusión: cinco días para una entrega a 300 kilómetros de distancia, cual si estuviésemos dependiendo de los chasquis del siglo XIX, pero abonando altísimas tarifas regidas por el "franco oro". Así es el Correo Argentino, que luego de reestatizado continúa siendo "caro, pero el peor".
Mariano César Antenore,
DNI 20.174.079
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