Tucumán arde con la polémica por el regreso de Callejeros

El juez de instrucción Néstor Costabel, que entiende en la causa por la tragedia de Cromañón, rechazó ayer el pedido de un abogado querellante para que se impidiera la presentación de la banda Callejeros el 22 de abril próximo, en la provincia de Tucumán.

En su presentación judicial, el letrado Patricio Poplavsky solicita la prohibición por la seguridad de los concurrentes, por respeto a las víctimas de una masacre y porque no se puede permitir llevar adelante las conductas que causaron muertos y heridos.

"Quien es penalmente responsable de 194 muertes y miles de lesiones, debe tener sesgada, por lo menos por el momento, la posibilidad de volver a producir dichos resultados", argumenta Poplavsky.

Asimismo, asegura que los músicos sabían que las bengalas eran peligrosas, que no existía "control alguno" y que "el resultado de muertes y lesiones sería materializado si no suspendían o cancelaban el recital del 30 de diciembre" pasado, pese a lo que no hicieron "absolutamente nada".

El abogado de la banda, Eduardo Guarna, rechazó el planteo del querellante. "Mis defendidos se encuentran imputados pero no condenados", dijo el letrado, y añadió: "Poseen el derecho a trabajar y ejercer su profesión al igual que transitar por todo el territorio argentino, sin perjuicio de las limitaciones que surgen de la causa penal".

Entretanto, Luis Fernández, que perdió a su hija en la tragedia de Cromañón, viajó a Tucumán en representación de un grupo de familiares de víctimas para intentar reunirse con el gobernador provincial, José Alperovich, a fin de convencerlo de que suspenda el show del grupo Callejeros.

"No vamos a dejar que Callejeros entre al estadio, si hace falta nos vamos a parar frente al club para que no pasen y a ver si la policía nos hace algo", amenazó Fernández, y enfatizó: "Le juré a mi hija que Chabán iba a estar preso, que Ibarra iba a ser destituido y que Callejeros no iba a actuar más... y voy a cumplir mi promesa".