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sábado,
11 de
febrero de
2006 |
EDITORIAL
Crimen de resolución imprescindible
El país entero se conmovió ante el estremecedor relato de los hechos acaecidos el pasado 19 de enero en el balneario brasileño de Ferrugem, donde el joven turista argentino Ariel Malvino fue asesinado a golpes por un grupo de compatriotas. Lo absurdo pero al mismo tiempo insólitamente brutal del asesinato fue lo que despertó el justificado interés masivo por el tema, que ahora continúa desarrollándose en la esfera de la Justicia. Los sospechosos son siete y todos ellos viven en la provincia de Corrientes, donde sus familias gozan de una destacada posición social. Y más allá de que recién comienza a desandarse el camino de la resolución, sólo una cosa merece destacarse y reafirmarse: la impunidad no puede ser el desenlace de este caso. Sería el equivalente de una bofetada.
Las versiones sobre lo sucedido son diversas, pero todas coinciden en el salvajismo con que fue atacado Malvino, quien con escasos veintiún años estaba a punto de culminar la carrera de abogacía con el proyecto de hacerse cargo de la escribanía familiar. El muchacho habría sido agredido en primera instancia a golpes de puño y de frente, pero luego un certero y brutal impacto en la mandíbula que recibió de modo artero por la espalda lo dejó instantáneamente sin sentido. Fue al caer, cuando su cabeza rebotó contra las losas de concreto, que se produjo el golpe fatal. Sin embargo, cuando ya estaba totalmente fuera de combate desvanecido en el suelo uno de los agresores demostró una saña inusual: según testigos, levantó una piedra que pesaba diecisiete kilogramos de un jardín vecino y se la arrojó sobre el pecho. El joven falleció poco después en un hospital, víctima de un paro cardiorrespiratorio.
Consciente de la importancia crucial que reviste para Ferrugem, paradisíaca localidad del sur brasileño cuyos principales ingresos emanan del turismo, la veloz y eficiente resolución judicial del bárbaro crimen, la Justicia brasileña se ha puesto en marcha. La llegada del exhorto con los interrogatorios para los sospechosos -dos de ellos, los hermanos Braun Billinghurst, son quienes tendrían que afrontar el cuestionario más exhaustivo- es el próximo y crucial paso a cumplir. De todas maneras, se cree que los tiempos que demandará el proceso serán prolongados. Se prevé un escenario de versiones contrapuestas y se espera que aquellos que no estuvieron involucrados en la golpiza letal delaten a quienes sí participaron.
Por ahora, todas son especulaciones. Pero sobre lo que no se puede especular, es sobre la imperativa necesidad de justicia.
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