Tarea para padres: en pleno febrero poner a los chicos en clima escolar

Una especialista en materia de aprendizaje dice que tres meses de vacaciones no es bueno para los alumnos

Aunque para el oído de los chicos (y por qué no de algunos adultos) suene odioso decirlo, en febrero ya es bueno ir pensando en la escuela. Al menos así lo considera una especialista en materia de aprendizaje, María José Borsani, quien además sugiere algunas tareas para los padres.

Borsani dice que el receso escolar de verano es un tiempo propicio para otros aprendizajes, como el social, el deportivo, el familiar, todos de gran importancia para el crecimiento de los chicos. Pero enseguida recuerda que tres meses es un tiempo de "bastante aislamiento de los saberes pedagógicos". Es más, dice que la Argentina es un de los pocos países donde los alumnos tienen tantas vacaciones. "Los países que han entrado en el mundo desarrollado de la educación cuentan con períodos más intercalados de descanso y así se reparten mejor los días con y sin clases", agrega.

No es difícil entonces pensar que en este "paréntesis" sin estar en las aulas, muchos conocimientos sencillamente se olvidan. Es entonces cuando aparece la tarea para los adultos: "Es tiempo para que los padres se propongan reorganizar de a poco la vuelta a la escuela".

Claro, que tal como advierte Borsani, esto nada tiene que ver con abrumar a los chicos con tareas tortuosas. "La vuelta a la escuela se facilita con simples y pequeñas tareas diarias, esas que con buen criterio dan muchas maestras, con lecturas de buenos libros", pone como ejemplo la especialista.

María José Borsani es profesora en educación especial y terapista ocupacional. Autora de distintas publicaciones, entre las que cuenta un libro que aparecerá a mitad de este año (editado por Novedades Educativas) llamado "La escuela plural en acto". Además cuenta con una larga trayectoria profesional en la atención a con niños con distintas necesidades educativas. En ese sentido, indica que este es también un buen momento para consultar a profesionales, en los casos donde puntualmente se han detectado otras dificultades.

"Allí es preciso consultar al experto adecuado (fonoaudiólogo, psicopedagogo, etc.) para resolver la dificultad que genera el problema de aprendizaje en el niño".

En definitiva, la educadora dice una vez más que "a la escuela no se vuelve el 1º de marzo; como en cualquier actividad debe darse una anticipación al evento y en esto todos nos vamos aprestando".


Preocupación
En su tarea de atender y acompañar los procesos de aprendizaje de los niños, Borsani recoge muchas conclusiones sobre los cambios que se dan. Una de las cuestiones que le preocupa desde hace un buen tiempo "es la precariedad en torno a los procesos de aprendizaje. Es decir, de aquellos conocimientos que son troncales para toda la escolaridad y que sin embargo se dan con mucha liviandad".

La inquietud no es menor. Se trata de aprendizajes -señala- que más tarde son la puerta de ingreso a otros posteriores, pero que no podrán alcanzarse. Un ejemplo cercano para muchos padres es el de chicos que cursan años superiores de la EGB o los primeros del polimodal y tienen serias dificultades para leer comprensivamente, escribir un texto con coherencia y resolver sencillos problemas matemáticos.

Al respecto, Borsani entiende que es mejor en las aulas trabajar pocos contenidos pero con profundidad a abrir un abanico donde nada deja un cimiento. "Cada paso que un alumno da en la escuela es la puerta de entrada a otro" y en ese proceso hay que comprometerse.

Leer un libro, una buena idea para ir pensando en las clases.