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sábado,
11 de
febrero de
2006 |
El corso debutó en el Noroeste
Unos ocho mil vecinos se apostaron en la avenida Provincias Unidas para la primera noche del carnaval
Orlando Verna / La Capital
Los barrios ya están de pleno carnaval. Anoche largaron los corsos y el distrito Noroeste estrenó la edición 2006 del colorido encuentro que tuvo como atractivo a once comparsas y cuatro murgas que con 900 integrantes desplegaron todo su ritmo sobre Provincias Unidas, desde Mendoza hasta Santa Fe. La avenida fue el escenario del espectáculo que, según los organizadores, convocó a unos ocho mil vecinos de la ciudad que disfrutaron del show y se sumaron a la fiesta con espuma y cotillón.
El comienzo de la celebración fue sobre el escenario con Mugasurga, claro, una murga rosarina que llamó la atención con su colorido, música y sus cantantes. Fue el preludio para que las comparsas, integrada especialmente por niños y jóvenes, desplegaran sus habilidades y sus brillos sobre la pasarela.
Celeste, todavía no cumplió dos años, pero anoche ya tuvo su primer carnaval en la comparsa Tapé Cunumí, donde fue una de las protagonistas; lo mismo que Ludmila, de la misma edad, que se sumó a las diminutas bailarinas del grupo La Maravilla.
La gran batucada de la noche estuvo a cargo los Amazónicos del Oeste, mientras que la apuesta más lujosa fue la de la comparsa Los Sueños del Rey Momo, aún sin parte de su vestuario, que, prometieron llevarán para su paso la semana próxima en los corsos de bulevar Oroño. El trabajo de confección de los atuendos le llevó a los vecinos del barrio 7 de Septiembre meses de trabajo.
Así lo aseguró Gabriela, una de sus 150 integrantes, que desfiló junto a sus hijos y aseguró: "Hace desde octubre que nos estamos preparando para este carnaval". El tema elegido fue la película Shrek.
Pero Los Sueños del Rey Momo tiene además una integrante especial, Luján, una joven discapacitada que desfiló en su sillón de ruedas acompañada de su mamá.
Pero no sólo los rosarinos se lucieron en la avenida, porque los integrantes de Ará Verá llegaron a Rosario desde Fray Luis Beltrán y bailaron junto a las agrupaciones locales.
Tras la comparsas, fue el turno de las murgas de los barrios. Con su tradicional ritmo y sus trajes característicos desfilaron, entre otras, Caravana del Oeste, de barrio Belgrano, y Somos lo que somos, de Fisherton. Las dos agrupaciones, según ellos mismos contaron, hace seis años que trabajan en conjunto y, por eso, compartieron la avenida a la hora del desfile.
Lo cierto es que así Provincias Unidas se llenó anoche de color y de ritmo, sobre todo a la altura de calle Santa Fe, punto de partida del desfile, donde los sonidos y los bailes se mezclaban con el nerviosismo propio del momento esperado: el desfile.
El público no sólo admiró el espectáculo, sino que además se sumó a la fiesta con espumas y cotillón. Lejos de la marea blanca y pegajosa, la secretaria municipal de Cultura, Marina Naranjo, esperaba por el intendente Miguel Lifschitz con una mueca de satisfacción.
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Fotos
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Once comparsas y cuatro murgas pusieron en el desfile a unos 900 participantes.
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