En respuesta a un lector

Leyendo la carta titulada "Gastos irracionales" del señor Juan Bressan pude reafirmar mi convencimiento de que nuestro mayor problema como sociedad es de índole moral. A tal punto hemos tergiversado nuestra escala de valores que consideramos "una información periodística con una implicancia casi aterradora", según palabras del mencionado lector, al gasto en regalos para mascotas realizado en Inglaterra en ocasión de las fiestas del pasado fin de año. Sería más plausible criticar lo que gasta el mundo "civilizado" en armamentos que, a su vez, generan muerte, hambre y miseria que podría en gran parte ser resuelta con ese mismo dinero malgastado por la avaricia de los que no se detienen ante nada. Me permito sugerirle al señor Bressan que si su intención es contribuir a mejorar la vida de sus semejantes no se detenga a criticar a quienes deciden retribuir con un regalo lo mucho que nuestras mascotas nos dan cada día de sus vidas y, en cambio, utilice su tiempo y energía en hacer algo concreto en favor de aquello que considera correcto. Entonces estará haciendo algo útil, aunque seguramente encontrará gente dispuesta a criticarlo por alguna razón sin dudas pueril. En tal caso recuerde que quienes sólo critican son pobres personas que no saben darles sentido a sus vidas.

Susana A. Castillo