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martes,
07 de
febrero de
2006 |
Choque cultural. Durante 4 meses se atizó la ira popular por las viñetas
Una campaña premeditada prendió la hoguera en Medio Oriente
La gira de clérigos islámicos residentes en Dinamarca por Medio Oriente precedió a la ola de violencia
Copenhague. - Han pasado cuatro meses hasta que los musulmanes de todo el mundo lanzaron su protesta contra el periódico danés Jyllands Posten, que publicó las famosas 12 caricaturas de Mahoma en septiembre pasado. Durante cuatro meses, predicadores islámicos y diplomáticos han llevado el mensaje de que "el profeta ha sido insultado", desde Copenhague hasta las aldeas del alto Egipto Y Afganistán. Pero habría sido una gira de los clérigos islámicos residentes en Dinamarca, mostrando las caricaturas en todo Medio Oriente, la premeditada llama que encendió la actual hoguera. Ahora en Dinamarca se piden medidas contra estos religiosos, extranjeros con permiso de residencia en el acosado país escandinavo.
Además, en el mundo árabe muchos piensan que tras esta campana cada vez más violenta se esconde un frío cálculo de los gobiernos árabes, que utilizan esta crisis para sus propios fines. El caso de Siria resulta bastante evidente. Ayer el régimen laico sirio profundizó su veloz alianza islámica al recibir con todos los honores al líder shiíta iraquí Moqtada Al Sadr.
Los grupos islamitas también han sacado provecho del conflicto: en algunos Estados islámicos el gobierno y la oposición están librando una virtual batalla por demostrar quién hace más "para defender al profeta" de los presuntos insultos occidentales.
Cuando el 30 de septiembre el mayor diario danés y conocido crítico del islam publicó las caricaturas por vez primera, lo hizo en el marco de una acalorada discusión sobre inmigración y comportamiento hacia y del islam que se estaba viviendo en Dinamarca.
Fueron necesarias casi tres semanas hasta que los embajadores de once países islámicos pidieran la intervención del gobierno danés y una reunión con su primer ministro, Anders Fogh Rasmussen. El hecho de que Rasmussen los rechazara fríamente, alegando el principio de la libertad de prensa se considera hoy uno de sus mayores errores. Entre sus críticos se hallan 22 ex embajadores daneses, que en diciembre pidieron la palabra y se quejaron del tono extremadamente duro que reciben los inmigrantes islámicos en Dinamarca.
Un viaje polémico
Por esas mismas fechas, los imanes residentes en Dinamarca viajaban con las caricaturas por los países árabes y mostraban durante sus discursos también otras viñetas con imágenes de Mahoma realizadas en Dinamarca que no habían sido publicadas por el periódico. En el país europeo muchos consideran ahora que éste fue el factor desencadenante de la violenta ola de protestas y, por ello, se pide la expulsión de los agitadores implicados.
Los propios imanes explicaron que la indignación se expandió en enero durante el peregrinaje a La Meca. Entonces, a finales de ese mes se desató el "tsunami de protestas" sobre Dinamarca, cuando Arabia Saudita retiró a sus embajadores de Copenhague e hizo una llamada al boicot de los productos daneses.
Esta llamada al boicot de los sauditas fue escuchada por muchos musulmanes. En la mayor ciudad árabe, El Cairo, se pueden ver carteles en los supermercados donde se lee "No compramos productos daneses". En la edición de ayer del periódico saudita Arab News se puede leer incluso una llamada a un boicot total y a largo plazo de productos occidentales, para que los países europeos "pidan disculpas por la denigración de nuestro querido profeta".
No obstante, después de que durante el fin de semana miles de jóvenes musulmanes destruyeran las sedes diplomáticas danesas y noruegas de Beirut y Damasco, en Medio Oriente se oyen al menos algunas voces que piden moderación.
El diario árabe Al Sharq Al Awsat dijo ayer que la campaña originariamente espontánea contra las caricaturas ha sido utilizada después por los extremistas. "Atacar sin pensarlo y sin objetivos concretos no tiene sentido" y "no podemos juzgar a los Estados occidentales como un territorio hostil", advertía el autor.
Un día después de la destrucción total del consulado danés en Beirut y de varios comercios y automóviles en el barrio cristiano de la ciudad, donde también fue atacada una iglesia cristiana maronita, el diario libanés Daily Star explicó: "El daño causado tanto a los intereses libaneses como a la imagen del islam ha sido mucho peor que el ocasionado por las caricaturas que denigraban al profeta Mahoma." (DPA)
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Fotos
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Empleados retiran lo poco que quedó en la embajada danesa en Beirut.
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