Lifschitz visitó el hipódromo

En la mañana de ayer, el intendente de nuestra ciudad Miguel Lifschitz visitó las instalaciones del hipódromo Independencia. Lifschitz llegó al centenario circo rosarino acompañado por funcionarios, entre los que se encontraba Fernando Asegurado, sub secretario de gobierno.

La comitiva municipal fue recibida por los representantes de los gremios que nuclean la actividad hípica local, y miembros de la Asociación de Propietarios y Criadores de Sangre Pura de Carrera de Rosario, tales los casos de Angel Barattucci (h), Francisco Arcando, Hugo Masciarelli, Walter Tombolini, y los veterinarios Aldo Rovea y Héctor Aguirrezábal.

El propósito de la visita del titular del Palacio de los Leones fue el de observar el estado en que se encuentran las instalaciones de óvalo local. En su recorrida, Lifschitz acudió a los distintos sectores, pasando por el tattersall, las tribunas paddock y de socios. Además, y mientras dialogaba con los anfitriones, se interiorizó por el lugar que ocupa actualmente el Isef Nº 11 (antes se denominaba la popular, tribunas inclusive).

Por su parte, los trabajadores del turf aprovecharon la ocasión para ratificar la idea que expresaron con anterioridad, y la que consideran como la más viable, la cual indica que se debe organizar una empresa mixta entre el gobierno municipal y todos los sectores de la actividad con miras a la explotación del turf en el futuro.

Si bien el Jockey Club de Rosario posee una concesión que puede extenderse hasta el año 2016, sus dirigentes habrían comunicado a través de una nota al Ejecutivo municipal que tienen el propósito de desprenderse de ese método cuando finalice el presente año.

La intención del gobierno de la ciudad sería la de darle continuidad a la actividad turfística, ya que de esa forma se preservaría la fuente laboral de las 500 familias que viven la misma. El ingeniero Lifschitz comprendió perfectamente que debe buscarse una salida adecuada para los trabajadores y para los 500 sangre pura de carrera que están alojados.

También se interesó por el estado de las instalaciones y se habría comprometido a realizar un estudio a través de la Dirección de Arquitectura de la comuna para poder tener una evaluación completa de las necesidades a cubrir.

Tanto los gremialistas como el sector de propietarios y cabañeros se esforzaron en remarcarle que "el turf es una verdadera industria, que es un fenómeno productivo que va mucho más allá de un recinto hípico, donde se disputan carreras. Puntualmente, esta actividad, que involucra varias áreas, constituye una gran fuente laboral. Incluso en el crítico momento actual del Independencia, hay oficios y profesiones que siguen aportando numerosos puestos de trabajo, además de cuidadores, jockeys, vareadores y veterinarios. Son actividades como las de herreros, bioquímicas, domadores, y diversos proveedores de insumos sumamente necesarios.

La presencia del ingeniero Lifschitz ha sido, para los preocupados protagonistas del turf rosarino, la demostración de que en la Municipalidad tienen conciencia de que ha llegado el momento de tomar determinaciones, para resolver de la mejor manera posible sobre el futuro del hipódromo. La decisión fundamental, sin duda, será determinar quiénes y bajo qué mecanismo jurídico sucederán al Jockey Club en la explotación de las carreras locales y las apuestas foráneas.