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domingo,
05 de
febrero de
2006 |
Argentino arrancó goleando
El salaíto superó a Argentino de Quilmes 4 a 1 en la reanudación de la Primera C
Lucas Vitantonio / Ovación
Contundente, sin fisuras y con osadía para enhebrar jugadas de lujo. Así fue el debut de Argentino en la segunda fase del torneo de Primera C, donde vapuleó en su estadio a Argentino de Quilmes con un 4 a 1 inapelable. El arranque arrollador iluminó la ilusión salaíta de pelear por el ascenso en el segundo semestre del campeonato. Un show de goles y pases precisos que invitan a soñar. Claro que fue el primer paso de una escalera de nueve peldaños. Ahora hay que seguir por la misma huella, la del fútbol total.
En el primer cuarto de hora del partido literalmente no pasó nada. La precisión, la dinámica y el juego asociado estaban todavía durmiendo la siesta. Pero en medio de la intrascendencia sonó el despertador y comenzaron las emociones en el José Martín Olaeta. La modorra se sacudió con una jugada desafortunada para el local que decretó la apertura del marcador. El zaguero Leonardo Vella encontró una bala perdida en la mitad de la cancha y tuvo una corazonada. Desde casi 40 metros pateó al arco y ocurrió lo imprevisto. El arquero salaíto Carlos López trastabilló, perdió la vertical y la pelota se clavó como un pájaro distraído en la red. Uno a cero para Argentino de Quilmes.
El gol en contra, paradójicamente, fue lo mejor que le pudo pasar al salaíto. Porque el local salió como una tromba hacia adelante y con la urgencia de revertir el resultado encontró la precisión y los espacios para lastimar al rival.
El tridente de buen pie que integraron Hugo Ibáñez, Cristian Di Giambatista y el debutante Juan Balmaceda engranó para dar vuelta el trámite. Así fue que llegó el empate por intermedio de Ibáñez y enseguida la ventaja salaíta a través de un penal ejecutado por Sandro Sánchez, por una falta clara cometida sobre el incontenible Balmaceda.
Antes del descanso, el salaíto pudo haber ampliado la diferencia en tres oportunidades. Balmaceda desperdició dos chances y en otra jugada Ibáñez no pudo corregir un centro envenenado de Pablo Módica.
En el complemento fue más de lo mismo. Argentino manejando la pelota con criterio y siempre al acecho del arco rival. Sobre los 10 minutos Balmaceda, la figura de la cancha, le puso la lápida a las ilusiones de la visita. Sandro Sánchez tiró un globo fantástico desde la puerta del área, la pelota rebotó en el travesaño y Balmaceda capturó el rebote para señalar el 3 a 1. Partido definido.
Y a seis minutos del final el salaíto coronó su tarde soñada. Sandro Sánchez canjeó por gol el penal que le convirtieron al ingresado Facundo Castillón y decretó el 4 a 1 definitivo.
Argentino presentó en el 2006 un modelo renovado, con buen andar y un plus de potencia. En la primera recta del campeonato aceleró a fondo, pero habrá que ver cómo responde cuando se le topen en el camino mayores exigencias.
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Fotos
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Ibáñez se sube a Di Giambatista para celebrar el primer gol salaíto.
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