Las Petacas, un referente nacional

Para Raúl Montenegro, "en Las Petacas se llevó adelante una lucha muy ordenada, con una excelente evaluación epidemiológica popular, lo que la transformó en referente de otras poblaciones. Creo que los funcionarios comunales no advirtieron que la situación trascendió mucho más allá de lo que se imaginan. Obviamente este caso es una fotocopia social ambiental de lo que ocurre en la mayoría de las localidades donde se cultiva en zonas periurbanas. Se va alcanzando un punto crítico y la gente puede decir basta. Cada vez son más los que saben que los plaguicidas que se utilizan en soja son disruptores endócrinos, afectan el sistema hormonal e inmunológico". "De ese modo -continuó- vamos llegando al límite entre el beneficio económico para unos pocos y la salud de la mayoría. El grito de esa gente, que representa la salud de muchos, se está haciendo cada vez más fuerte y tiene y tendrá el apoyo de instituciones de investigación que demuestran los impactos reales de los químicos. Lo importante en un país como el nuestro, en el que las estructuras administrativas son lentas y reacias a actuar contra los sectores de poder cuando cometen errores o violan la ley, es que los ciudadanos estén organizados, conozcan las normas a aplicar, tengan los recursos técnicos y generen una presión totalmente lícita sobre quienes deben defenderlos".