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domingo,
29 de
enero de
2006 |
Alegría interminable en
el vestuario ganador
El vestuario charrúa derrochaba felicidad luego del triunfo agónico. Uno de los más eufóricos era el entrenador Oscar Santángelo, que cuando el equipo consiguió el gol del triunfo se trepó al alambrado para celebrar con los hinchas. "Estoy muy contento porque dimos vuelta la historia con dos golazos. El partido no era para que ellos fueran ganando. El primer tiempo por el calor no se podía respirar dentro de la cancha. En la segunda etapa estuvimos en desventaja y con la fuerza que nos quedó remontamos el resultado", indicó Santángelo.
Uno de los protagonistas de la tarde fue el repatriado Ezequiel Petrovelli, que logró el empate transitorio con un gol de otro partido. "Estoy contento por el triunfo. La jugada del gol fue un contragolpe rápido y cuando recibí la pelota rematé fuerte y por suerte se metió en el ángulo", contó Petrovelli.
A su vez, Pablo Vázquez, autor del tanto de la victoria indicó: "Lo que más valoro del equipo fue la actitud y la entrega para dar vuelta un partido complicado".
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